"¡ Vamos a la escuela ! Que ya es hora
sin demora, vamos pues
no le llores, ni demores
la grandeza y el deber...
Si alguno, a la escuela no queréis venir
faltaís a vuestro deber
y sereís infeliz... "
Lo único que recuerdo, con amor
de esta canción que cantaba mi padre
y que he tenido siempre guardada
con llave, en mi corazón...
Ay mi escuela, cuanto la recuerdo
una página de mi vida, en cada rincón
La escuela que " era " Templo
de moralidad, de buenas costumbres
Santuario del saber, Patrimonio
de la Humanidad, y que antes
era un lujo, que no todos podían tener
hoy que está al alcance de cualquiera
no se sabe valorar, lo que vale la escuela
pena y vergüenza me dá
y me quito el sombrero, ante
el señor maestro, que le ha dado
valor y honor a nuestra existencia
nos enseñó con tesón y mucha paciencia
a ser hombres en la viada, por eso
y otras muchas mas cosas
su figura no se olvida
ni pasa sesapercibida, para
el que es agradecido, y tiene
corazón en esta vida..
Lo recuerdo con amor, aquellos años
que entonces no valoraba
lastima si lo hubiera sabido...
Otro gallo cantaba ahora
aunque tarde he comprendido
a valorar lo que no valoraba
y recuerdo siempre
la canción , que mi padre cantaba
¡ Que me sirva de lección !
La escuela de arriba, es a la que fuí
por muchos años, ahora se llama colegio
Extremadura, pero cuando yo iba era
Esuelas de la Sociedad...
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Autor:
ADANS BECMAN (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 6 de julio de 2017 a las 03:32
- Comentario del autor sobre el poema: Ay mi escuela, cuanto la recuerdo...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
Offline)
Comentarios2
Gracias por compartir este poema. amigo Adans; me hizo recordar a todos y cada uno de los buenos maestros que tuvo el tal Avelino, Saludos poeta amigo.
Muchísimas gracias a ti Avelino, que siempre estás ahí al pie del cañón,es un placer compartir con ustedes estos bellos recuerdos...Un abrazo...
Un abrazo poético y amistoso. ADANS BECMAN.
Con semejante invitación
pos ¡a la escuela vamos !
y en esos chicos pupitres
como sea nos acomodamos
a repasar la lección
Reconfortante pasar a leerte
Muchísimas gracias Enrique, y viejos que eran los pupitres, como que al principio, tenían agujero para
meter los tinteros,gracias por acompañarme a la escuela de los recuerdos, nunca terminaremos de aprender...Un Abrazo.
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