LA FRONTERA

EDUARDO FAUCHEUX



LA FRONTERA



Tenía en mente una lejana frontera
a la cual mi deseo interno idealizaba
y, yo, más que, ansioso, buscaba la manera
en cómo acercarme, pero ni siquiera imaginaba.

***

Y en muchos años de sueños que yo he soñado,
pasaron por mi vida varias nutridas experiencias;
algunos viejos sueños se cumplieron, algo trabajados,
mientras, otros, dormidos, se olvidaron, sin conciencia.

***

Pero, aún así, en aquellos originales pensamientos,
esa antigua frontera que yo siempre tuviera a la vista,
me seguía arrastrando la ilusión de un viejo sentimiento
en la que, a mí, me  faltaba completar, en mi vida, otra arista.

***

Era el aparente lejano límite que se me impusiera en la Vida;
la prueba de fuego a una perezosa voluntad, tal vez, indolente;
esa, la frontera "imposible", quizás, que solo por mí era conocida,
pero era el meritorio trofeo a lograr en el futuro, para mi Presente.

***

A lo mejor, era posible que esta búsqueda yo no llevara adelante
por temores, inseguridades o un miedo ancestral no reconocido,
pero, el tema es que postergaba mis decisiones -cual farsante-
con infantiles excusas para no conquistar mi sueño pretendido.

***

Entonces, un día tomé la decisión que había llegado la hora;
la hora de no postergar más; ¡el gran momento había llegado!;
que no hay más pretextos; que es lo que quiero; ¡pronto, y sin demora!,
pues el tiempo pasa y cuando menos lo espere, el momento habría pasado.

***

Y así fue. Puse el empeño. Invoqué al Cosmos para lograr la voluntad;
organicé mi tiempo, limpié mi óxido y mandé de paseo a la rutina,
porque entendí que sin esfuerzo y tesón no lograría la capacidad
y que nadie trabajaría por mí, para lograr una libertad genuina.

***

¡Y así fue que lo logré! ¡Y en mucho menos tiempo del que creía!
Con un duro empeño y con mi objetivo manteniéndolo en la mira,
terminé llegando a la frontera ansiada, ¡que tan lejos yo siempre veía!,
dejándome la enseñanza de que ¡uno puede lograr todo eso por lo que suspira!

***

 

Eduardo Faucheux

05/07/2017

 

  • Autor: Eduardo Faucheux (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 5 de julio de 2017 a las 14:13
  • Comentario del autor sobre el poema: Cada uno de nosotros tiene sus metas y fronteras. Sus límites y limitaciones. Cada uno de nosotros sabe dónde "le aprieta el zapato"; lo que es capaz de hacer y de cuánta voluntad tiene disponible. De sus medios y de sus miedos. A medida que pasan los años, uno se hace más experimentado y más sabio. Se apropia de nuevas armas para enfrentar las limitaciones, las excusas y los terrores. Otras veces, es al revés. Uno justifica sus inoperancias, bajo el pretexto de la edad, del físico maltrecho, de que "la hora ya pasó". Pero siempre vive la ilusión. Mientras las ganas estén en su plena juventud, los años siempre serán solo pretextos. ¡Y la Vida está llena de ejemplos que lo demuestran! Si todavía te quedan las ganas, ¡no esperes más! ¡Hazlo!
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 55
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Comentarios1

  • Melba Reyes A.

    "Y así fue. Puse el empeño. Invoqué al Cosmos para lograr la voluntad;
    organicé mi tiempo, limpié mi óxido y mandé de paseo a la rutina,
    porque entendí que sin esfuerzo y tesón no lograría la capacidad
    y que nadie trabajaría por mí, para lograr una libertad genuina."

    Enhorabuena por ti, Eduardo. Felicitaciones con mi abrazo.

    • EDUARDO FAUCHEUX

      Hola Melbita! Tanto tiempo!
      Muchas gracias! Y así es... nunca es tarde, cuando la dicha es buena...
      Otro abrazo para ti.



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