Crónicas de un poeta desconocido

Fernando David

Crónicas de un poeta desconocido

Esta es la vida de alguien que ha intentado ser poeta, aunque nadie reconozca sus escritos, tal vez nunca llegue a ser renombrado, cada vez se piensa menos en los sentimientos, cada vez se lee menos, cada vez más se escribe sin sentido en diversos aparatos con otros fines, que no son intentando expresar un sentimiento que vaya más allá de lo que puede verse, de lo que puede contarse.

Muchas  veces le escribió a aquella quién era para él la mejor persona en el mundo, deseaba tanto enamorarse que cuando llegó alguien y le escribió por primera vez, entregó el cuerpo y alma en sus besos, en sus palabras, en cada instante que pasaba a su lado, viéndola sonreír, tomándole la mano, escuchando su voz, respirando su aliento.

Podría ser que ella no supiera cuánto la amaba, por eso le escribía; es que un poeta puede no saber muchas cosas pero un poeta sabe perfectamente de lo que siente, pasa casi toda su vida escribiendo para sí mismo, es verdad que los inspira el entorno, incluyendo  personas, objetos, situaciones y momentos, pero estar ahí expresando sus sentimientos con letras comparándolos con cosas hermosas es buscar las respuestas a lo que es el universo para ellos, nunca nadie sabrá con exactitud lo que es el amor, no existe definición para tal cosa, todos lo ven, lo expresan y lo sienten diferente, podemos tomar ideas de aquellos que se dedican a la poesía pero jamás definiremos por completo algo tan grande, sin embargo siempre se busca las respuestas a lo que todos necesitan saber, ¿cómo es el amor?  Y “cuando creíamos que teníamos las respuestas de pronto cambiaron todas las preguntas” (Mario Benedetti)  

En la vida del poeta al igual que en la de cualquier persona pasan cosas muy tristes que marcan su corazón para siempre y si alguna vez fue frío, un día se da cuenta de que tiene que sentir el mundo para ser diferente, para ser más humano, para conocer el amor, ¡qué triste es pensar que habría personas que en su vida nunca toman la decisión de dejar la cobardía de suprimir los sentimientos del alma!, muchos prefieren hacer como que no duele, como que no importa el sufrimiento del corazón en tanto no les toque a ellos, un poeta sabe de la muerte, del dolor, de la vida, de lo que es morir por dentro, no solo sabe de amor y alegría, también sabe de la tristeza y de lo desgarrador que es el amor cunado desilusiona, cuando rompe los sueños de una persona.

El poeta anónimo de esta historia quería estar con una persona a la que amaba, quería ayudarla, quería saber si estaba bien, tenía un problema de adicción a los poemas eso hacía que le escribiera con el corazón pero ella estaba enojada, llegó a escribir cientos y miles de palabras que nunca llegaron a su corazón, que se quedaron en el viento no como las frases de artistas renombrados, esas frases que él escribió nadie las acogió.

-“La verdad que yo hubiera querido darte más cosas, sólo te di mi corazón y mis sueños, mi forma de ver los sentimientos, de expresarlos, de ser tan sentimental, de querer ayudarte, anhelar entregarte mí corazón, dije palabras estúpidas, quizá  te lastimé. Yo me estoy muriendo por dentro, me duele el corazón porque te he perdido, porque te alejas, por tu silencio, porque yo sabía lo que buscaba cuando te encontré, porque me escribiste cosas bonitas, tanto que le doy importancia a esos detalles, decidí que te amaría, no olvido ese día y cuanto batallé para enamorarte…”

Locamente mantiene su adicción a la poesía por saber lo que siente y decir lo que piensa, una vez que se entra en este mundo es casi imposible salir,  aunque se quede solo como acostumbran los poetas, intentando cambiar el mundo con sus ideas, con ese afán de transmitir el amor, la libertad de pensar, ese objetivo tan grande que es el de hacer una ideología humanista; él siempre se queda solo escribiendo en un rincón, extrañando a una persona, la que ayudó, con quién hubiese ido y dejado todo atrás si ella lo hubiese pedido. Aquella que ya no quiso escucharlo más, que se aburrió de su amor, de sus complicaciones, de sus errores.

Ya no la puede obligar a que vuelva, aunque se lleva una parte de su vida, esperaba que lo consolara, que estuviese con él, al menos cinco minutos, ¿cuánto bastaba? Solo unas cuantas palabras de cariño, solo un abrazo, y él anónimamente se quedó, con la pluma, el papel y sus ideas que como siempre vagas pasan a ser una poesía cuando las conecta. No sabe su futuro, tal vez nadie lo conozca, quizá no pueda concretar su carrera. ¡Cómo duele la decepción!, como dicen que soñar no cuesta nada él lo hace, en torno a eso gira su vida, pero a veces parece que soñar cuesta mucho cuando la realidad le viene encima y se rompen sus fantasías, tiene que darse cuenta que así es el amor, ella no lo ama, para ella sólo es “un poeta de tercera”

  • Autor: Fernando David (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de junio de 2017 a las 00:10
  • Comentario del autor sobre el poema: No es un poema, es una reflexión muy bella acerca de lo que signifca para mí la poesía
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 50
  • Usuarios favoritos de este poema: Armando Sosa Bocanegra, clonariel.
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