Aprendí...

Catelgood

Si te vas, estoy seguro, que no moriré…

Estoy seguro que encontraré la manera de seguir viviendo y aún más, la manera de intentar ser feliz…

Porque si algo he aprendido a tu lado, es a celebrar cada palabra, cada gesto, cada caricia y hasta el estertor agónico de nuestro placer intenso…

Aprendí de tus brazos a bendecir la presencia con que la vida nos regala y beberla lenta pero inexorablemente hasta el fondo. Pues he entendido que el amor es como el pan de cada día… Lo amasamos y lo horneamos para compartirlo juntos… y al día siguiente, siempre hay que volver a hacerlo…

Comprendí en tu beso que el elíxir de vida no está en tus labios… sino en la copa amorosa que se vierte cuando nos besamos. Y si tus caricias no son la vida, por lo menos he de confesarte que  cada caricia de tus manos, me ha hecho sentirme vivo…

Así que; si te vas… sabré que siempre hay un amanecer al final de cada noche sombría… y el sol saldrá inevitablemente aun cuando yo no pueda mostrar mi alegría… también eso lo aprendí al dormirme en tu pecho y agradecer la sonrisa al despertar, cuando apretaba el interruptor de tu mirada y mi sol se encendía…

Aprendí que la compañía no es andar siempre juntos, sino el disfrute de un paseo a tu lado… tú mirando las cosas que disfrutas, yo; mirándote sonriente y gozando lo observado… Que no te necesito a cada momento para sonreír, porque me has permitido tener mis propias sonrisas y beberlas cuando te recuerdo…

Y aprendí que extrañarte no es sufrir de tu ausencia, sino recordar lo bello de nuestros momentos y desear intensamente repetirlos… así aprendí también a esperarte con plena confianza de que, cuando consideres justo, estarás a mi lado, pura y exclusivamente porque deseas hacerlo…

Aprendí a dejarte libre, como el viento… a mirar hacia el horizonte sin temer tu adiós y tus deseos de volar lejos, porque tú me has sabido convencer de que cada día que estás a mi lado, lo haces de modo completo.

Por eso, si te vas, te agradecería infinitamente el que gracias a tu estadía en mi vida, hayamos entendido que la sonrisa siempre vuelve, pero es mejor la alegría compartida… haber aprendido de tu mirada, que navegar por el mar de tus ojos, sólo es el pretexto para encontrarme en el hábitat cómodo y alegre de tu corazón…

Aprendí, contigo… que tengo derecho a ser feliz y a intentar serlo cada día… que tú no mereces que te muestre mi tristeza. O bien, que cuando la compartimos, rápidamente la conviertes en consuelo o alegría…

Por eso, por todo lo que he aprendido contigo, si te vas, no moriré, ni dejaré de ver la luz de la vida y ofrecerla a alguien más… Pero lo mejor que he aprendido a tu lado, es a pedirte, por ti y por mí… por nuestra alegría… ¡que no te vayas!

  • Autor: Catelgood (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de junio de 2017 a las 18:03
  • Comentario del autor sobre el poema: Hay cosas que aprendo, hay cosas que vivo... hay otras que quiero.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 31
  • Usuarios favoritos de este poema: Montevidiosa Natalia Pias, Diafana.
Llevate gratis una Antología Poética y suscribite a Poemas del Alma ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales

Comentarios2

  • Montevidiosa Natalia Pias

    La verdad que esta muy bueno .Largo pero bueno.Saludos

    • Catelgood

      Gracias Naty... un placer su visita. un abrazo.

    • Diafana

      Estoy aquí, aprendiendo lo que aprendes... dando tumbos pero yendo hacia adelante... no te vayas!!...
      Qué lindo aprender de vos!... No lo conocía. Besos



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.