Despedida

No te digo adiós porque ya no te amo, de hecho, esa es la razón, por más absurdo que suene, por la que ya no podemos estar juntos. Es amor por ti, amor por mi. Porque sé que, de seguir con esto terminariamos hartandonos el uno del otro, de la situación. La hostilidad entre nosotros se ha vuelto rutina, y esta es una situación que nos enferma bastante a ambos. Y no se trata de eso. Si tomamos la decisión de alejarnos es porque respetamos el amor que queda. Te dejo porque sé que si en algún momento nuestros caminos se vuelven a cruzar, yo tendré los brazos abiertos ante ti. Sin embargo, es una moneda al aire, así como puede que terminemos juntos de nuevo, podemos encontrar otros caminos, completamente aparte.
No me quedaré esperando que me llames, o que simplemente toques la puerta de mi casa para decirme que me extrañas y cuanto lo sientes, y te pido que tú tampoco lo hagas. No esperes que te llame o que te busque, porque no lo haré, a pesar de que te esté extrañando demasiado y crea que no puedo seguir sin ti.
Quiero encontrar nuevas razones para sonreír, quiero conocerme a fondo, y sé que esto te servirá también a ti para hacerlo.
Gracias por quererme como lo hiciste, como soy e incondicionalmente. Sé que encontrarás nuevos amores, tal vez yo también lo haré. Pero hasta que ese día llegué seguirás siendo la más grande de mis pasiones.