Decidí entrar a la boca del lobo desde que te conocí.
Despertar a la bestia,
abrir la puerta de la jaula,
y dejarla salir.
Arrastrar afuera el monstruo que habita debajo de tu cama,
apoyar mi cabeza en el lado oscuro de tu almohada,
y dormir.
Me quité la ropa,
desnudé mis dudas.
Desgarré mi piel,
me despoje de mis miedos.
Te invité a que me desmenuzaras desde adentro,
como quien no teme,
como quien lo da todo.
Revolví tu basura.
Y mi basura.
Escavaste mi dermis,
roíste mis huesos.
Aspiraste lo bueno y lo putrefacto,
no hubo rincón en mí
que tus curiosas manos no profanaron.
Desaté todos tus demonios,
sin cruz y sin rosario.
Entraste a mi templo.
Adoraste a mi Dios y a mi Diablo.
A diferencia de ti,
sabes mejor que yo,
que amar(te) no me da pavor,
y menos,
que me rompas el corazón.
- Autor: Steffany O. ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2017 a las 11:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuario favorito de este poema: El Silente Vagabundo.
Comentarios1
el que no teme al amor no teme nunca a las sorpresas del corazon, que entrega de letras, un gusto leerte
Gracias, todo un placer que me leas.
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