¿Cuántos pétalos, amarillos y distantes,
viajan en el tiempo sin camino?
En el recuerdo de este sueño,
tu estela de gozo
como el polvo se levanta,
a perderse, a encontrarse conmigo.
Esta casa invariable,
una senda del cuerpo.
Esta boca, un horizonte
callado en la ventana. Esta boca
se desprende de los techos
en silencio cuando llueven pétalos,
amarillos y distantes.
Mi memoria, un viejo puente,
deja cruzar a tus lascivos fantasmas.
De muchos, a media noche, el silencio
se da cuenta, y apagan la luz,
con pétalos, amarillos y distantes.
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Autor:
Adolfo Flores Facundo (
Offline) - Publicado: 21 de mayo de 2017 a las 21:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuario favorito de este poema: Eloy Mondragón.
Offline)
Comentarios2
El poema está bien. Lo que no entiendo son los pétalos amarillos y distantes. Y si fueran pétalos rojos y cercanos, ¿sería diferente el sueño? Saludiños
Gracias por el comentario.
Hermoso poema, Adolfo. Saludos.
Gracias por su comentario. Saludos.
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