La mar ciñe a la noche en su regazo 
y la noche a la mar; la luna, ausente; 
se besan en los ojos y en la frente; 
los besos dejan misterioso trazo. 
Derrítense después en un abrazo, 
tiritan las estrellas con ardiente 
pasión de mero amor, y el alma siente 
que noche y mar se enredan en su lazo. 
Y se baña en la oscura lejanía 
de su germen eterno, de su origen, 
cuando con ella Dios amanecía, 
y aunque los necios sabios leyes fijen, 
ve la piedad del alma la anarquía 
y que leyes no son las que nos rigen. 
Horas serenas del ocaso breve, 
cuando la mar se abraza con el cielo 
y se despierta el inmortal anhelo 
que al fundirse la lumbre, lumbre bebe. 
Copos perdidos de encendida nieve, 
las estrellas se posan en el suelo 
de la noche celeste, y su consuelo 
nos dan piadosas con su brillo leve. 
Como en concha sutil perla perdida, 
lágrima de las olas gemebundas, 
entre el cielo y la mar sobrecogida 
el alma cuaja luces moribundas 
y recoge en el lecho de su vida 
el poso de sus penas más profundas.
- Autores: ALMA OCULTA- MISTERIO Y SENTIMIENTO (Seudónimo)
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 30 de mayo de 2017 a las 02:30
- Límite: 6 estrofas
- Invitados: Amigos (pueden participar los usuarios en su lista de amigos)
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 88


 
                      
			
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