Lienzo

mario mena mena

Abro los ojos y veo que ahí está de nuevo

el lienzo en blanco extendido, llenando todo

liso, perfectamente sujetos todos sus bordes

al bastidor vivo, en movimiento de mi día

sumidos sus hilos hasta el rincón más profundo

de cada segundo

en vuelo el blanco transparente de su fibra

alcanzando eternidades siempre nuevas,

coloridas, luminosas,

jugando a las escondidas en el infinito del segundo

donde viven las ideas, la fe y el entusiasmo.

 

Siento el frío en la planta de mis pies

y la sensación de amanecer con un cuerpo ajeno

Ese momento en que abandono el maniquí de la noche

Me quitó su traje de fibra de vidrio

y decido resucitar otra vez, como ayer, como siempre.

 

Trazo una línea de horizonte con fondo de cielo azul

pongo un sol cálido en la parte baja de las 5 a.m.

Dibujo un camino conectado a muchos caminos

a los que tal vez iré o llegarán los otros pasos

las otras voces, y las vidas de los otros

o tal vez las dos cosas

Encontrando mi camino en el camino de los otros

o encontrándose ellos conmigo.

 

Pinto pájaros que vuelen, canten y no corran peligro

y con un pincel fino e invisible

pinto el viento en movimiento, transparente y perfumado  

pongo el color musical de las palabras de todos

el fondo interminable de las miradas

mucho de dulce, una gota de amargo, una pizca de sal

y trazo miles de líneas de incertidumbre armando lo posible

 

Tomo un baño, unas ropas, un café

y me voy despacio paisaje adentro en el nuevo lienzo de mi día

decidido a no dejar esta adicción al entusiasmo y la esperanza

a creer ciegamente que es posible darle un beso al universo

hacer que algo nuevo y mejor ocurra hoy por mi culpa

ser el responsable de matar al menos una tristeza

de haber borrado algún pasado que debe morir en paz

de haber sembrado si acaso una semilla de algo nuevo

que no ha existido, que llama y clama que le ayudemos a nacer.

 

Vuelo con el arte del colibrí, ágil y claro

seguro en su objetivo de néctar y de flores

girando sutil entre el filos de los cuchillos

que otros pinceles van pintando en mi lienzo

evadiendo los venenos y las muertes

les doy mi beso y mi abrazo

y descubro que incluso la muerte se muta en vida

si uno se corre el riesgo.

Y camino y camino al horizonte

resucitado de mi propia muerte

decidido a ser pintor y color.

 

Llega la noche y pinto una luna

y si la situación se presta pinto dos

trazo miles de millones de estrellas,

algunos búhos que cantan en la sombra

y pongo en puntos invisibles el sonido de los grillos

Y me  muero  de nuevo

para nacer otra vez con mi lienzo en blanco.

 

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Comentarios3

  • Amalia Lateano

    Un buen poema , que aplaudo,
    querido amigo.
    Abrazos

  • rosamaritza

    Creando un nuevo mundo en su lienzo puro y lleno de amor, bello poema mi querido amigo, cariños
    rosamary

  • Ana Maria Germanas

    Hola Mario, vi las palabras, que sabiamente utilizadas, magicas, pintaron tus telas, y vi tu obra, y esa ternura, que siempre agregas, aunadas a la filosofia, que encuentras en la vida, amo la poesia, esa que es capaz de pintar, un lienzo inexistente, ame tu poesia.-

    • mario mena mena

      ¡ Qué generosa persona eres ! Muchas gracias.

      La idea es que el lienzo nos espera todos los días para ser pintor y colorido, y dejar algo mejor a la gran obra por la que Dios permitió que hayamos venido.
      Aunque es penoso el mal que ocurre, también es triste todo el bien que se deje de hacer.
      Por eso: ¡a pintar de seguido!



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