Hay días, que de forma un tanto especial, nos sentimos
perdidos...
Tan siquiera tenemos claro, en que lugar podemos
descansar y abrazar un poco de paz.
 
En ocasiones, algunos recuerdos, nos provocan
suspiros; quizás por esa razón,la nostalgia nos visita,
pero a pesar de todo, seguimos conservándolos.
 
Al llegar el atardecer, y de forma especial, cuando
declina la tarde deslizándose con brisa dorada, se
inicia el deseo de penetrar en la noche con sus idilios.
      
  
  
						
						
                        
                        
					
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