LA BELLEZA, LA LUNA Y LA RAZON

La belleza de la luna es tan magnificente que opaca todo rastro de imperfecciones ante los ojos y la lógica de quien la mira, mas no es tan fácil cuando de personas se trata, pues para la razón; nuestras imperfecciones suelen ser mas grandes que la belleza.

- En el mundo real vivimos inmersos en una búsqueda constante de racionalidad y perfección, de amor y belleza , una misión equivoca por encontrar en un ser aquello que nos haga creer en la belleza absoluta, una belleza tan magnificente qué al igual que la luna nos haga cegar, una belleza que sea capaz de opacar casi en su totalidad los defectos que puedan siquiera dañarla, misma que nos haga sentir bien con nosotros mismos.
Pero, ¿Porque? ¿ Porque perder la vida en una búsqueda degenerada donde la racionalidad será el principio de nuestro fracaso, sí, la racionalidad ¿Han intentado buscar una respuesta lógica que describa el "¿Porque? " de la belleza natural? ... Cuando nuestra mente es oprimida por la racionalidad es incapaz de aceptar toda idea impulsiva de percepción y apreciación, la noción abstracta de la belleza es anulada en todos, o casi todos los aspectos que la complementan, haciendo inútil nuestra búsqueda. La vida, la belleza y el amor son aspectos que se gozan cuando se es irracional, cuando dejamos que nuestro cuerpo, mente y alma sean dominadas por el deseo y el instinto, cuando las respuestas no van más allá del sentir, el querer , creer , y la fe. Amar es como creer en lo omnipotente, amar es aceptar la belleza absoluta aunque ilógico suene, amar es como creer en Dios; pues cuando se ama no importa el "¿porque?" si la respuesta se limita al sentimiento.

- Y aunque ahora lo sé y lo comprendo aún no lo acepto. Y tal vez no sea momento de la irracionalidad en mi vida, tal vez y solo tal vez aún no logre coincidir con esa belleza que tine a despojarme de tanta racionalidad, de tantos límites que me mantienen encerrado en un mundo donde lo único verdadero es lo que tiene respuesta, lo palpable... Pero no se preocupen por mí, pues también se es feliz viviendo racionalmente.