Inedito II

Desesperación.

De lejos pasa la vida, sin pasar por mí;

cómo si esta ausencia tuya no existiese,

y estas ganas interminables de tenerte fueran falsas.

En la distancia, se juntan en uno solo, los ecos de mí alma

que angustiada y moribunda se lamenta, viendo caer en pedazos,

los pilares de nuestras horas felices.

Los suspiros exhaustos que te buscan por las calles baldías,

pasan impacientes, por la esquina del café, que tanto te gustaba...

Mi voz te quiere tocar, amor mío. Piel desnuda

de alma salvaje. Niña mi voz te quiere tocar.

Angustiados, desabridos, casi sin vida, mis labios

ya con las esperanzas al borde de la implacable muerte,

pronuncian lentamente tu nombre y buscan tus labios, tus besos...

mientras la vida pasa de lejos sin pasar...