CONFESION

Y dirás te amo, con esos labios quebradizos, tembloroso, carnosos y palpitantes, Pero, te quedaras atónito, con el soplar de la palabra en el viento, y esperaras una respuesta, un mensaje una llamada o una expresión, cualquier cosa menos el silencio, que aturde en el pastizal,  aunque no te importara el tiempo ni el momento ni las circunstancias, ni el porqué del cómo y del cuándo, no te importara nada más, ni un choque galáctico, ni una estrella en vuelo en fugaz, una espina que nace en tu corazón, palpitante y paranoico, con tal de soltar, lo que tu mente ya no piensa, así de difícil es describir una confesión, que no es de vida ni de muerte, que no es monótona ni pausado, irrespetuosa podría ser, pero solo basta con ver las horas, el cielo y el perder del viento, para darse cuenta que una confesión es una arma que se carga de confusión, y atemoriza ala muerte, porque eterna dice ser, y que egoísta suena gritarlo al viento, a las sombras, a los pájaros y hasta el charco donde te paraste, pero más indignante e incierto, es una respuesta franca a mis sentimientos.