UNA GATA QUE MAULLA

Raquelinamor



 

¡Oh! Santiaguito amor mío,
como quisiera en mi pena,
hacer retroceder el tiempo,
y estar de nuevo contigo,
suave, abrazada a tu pecho,
y sintiendo tus latidos.
-
¡Oh! Dios si yo fuera viuda,
Quizás posible entenderlo,
feliz morìa en la esperanza,
de ir a encontrarme en tu abrigo,
grave egoísmo tan feo.

-
Mas no siendo esto así,
sabiéndote vivo y distante,
en brazos de fiel amante,
yo siento un dolor extraño,
frìo amargo, y desvarío.
-
Muriendo vivo clavada,
en la cruz de tu partida,
y es mi herida sin consuelo,
dolor infinito en vuelo,
que aterrizo acorralada.

-
¡Oh! maldigo tu recuerdo,
envenenador de mi alma,
por las noches roba la calma,
y agudiza mis sentidos.

-
¡Oh! Soledad tan amarga,
mi compañera y amiga,
¿Hasta cuándo me acompañas?
Testigo de mis lágrimas,
¿Dime porque te ensañas?
-
¡Oh! yo te creí tan mío,
siempre me creí tan tuya,
y era mentira, un engaño,
una farsa, un amor falso,
una mesa sin patas,
y un pájaro muerto,
que no trina, ni canta.
-
Te perdono amor perdido,
porque me diste los hijos,
te pienso y nacen suspiros,
tiemblo no puedo evitarlo.
desvelo y el calor ansìo.
-
¡Ven! ven amor te lo ruego,
Ven a mis sueños de nuevo,
que ahora al fin me entrego,
en los brazos del Morfeo.
-
Esta gata que maulla,
y presume al dar amor,
vaga triste los tejados,
y bajo la luna calla.
esta su Raquelinamor

Miami 2017-29

 

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.