AUNQUE NO ME LO PREGUNTES

Hugo Garcia

Los miro,
y me arrodillo a su redondez
como venerando a dos limones maduros antes de beberles el alma.
Para qué negar que tus senos desvancecen esta ciudad envenenada
y esta ciudad es solo un sonido tenue
en las afueras de tus senos recién salidos de la mañana.

 

Para qué negar
que para mí tus senos son puertas
montañas
o camino resbaladizo
por donde pasa un arroyo
mojándolos
con agua blanca
sudorosa
y tibia.

 

Para qué negar que me gusta ver tus senos
husmearlos desde arriba
mientras vos sentada dibujás pensamientos borrosos en alguna tierra lejana;
mientras vos sentada
te quedás abierta a mis pupilas,
indefensamente abierta a mis pupilas dilatadas
hasta convertirse en salivas desbordadas.

 

Para qué negar
que me impaciento viendo ese sendero que envidio
lo envidio
por cruzar irrreverentemente
tus bellos, cálidos y rebosantes senos.

 

Dichoso sendero que envidio

 

ahí quisiera deslizar mis dedos

 

o mi boca y su beso

 

beso desbordado

 

beso líquido y fébril
que sobre tus senos
posarse quiere.

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Comentarios2

  • Nipur

    Muy interesante y sensual poema.
    Me gustó mucho.
    Saludos amigo

    • Hugo Garcia

      Muchas gracias Nipur. Saludos.

    • Anitaconejita

      Erotismo delicado, sublimes imágenes!! Qué hablan al compás con tus Estrofas!! Me encantas en esta área!!!
      Abrazos apretados!!!!
      Anitaconejita

      • Hugo Garcia

        Gracias Anitaconejita. Te agradezco por la benevolencia en tu comentario. Te aprecio mucho. Saludos.



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