No parpadeé.
Dejé abiertos los
ojos toda la noche.
No parpadeé,
para espantar
los sueños de tus
fascinantes recuerdos.
No parpadeé,
imaginando que al
despertar sería yo el
primer intruso en tu vida.
No parpadeé,
para ver como
rozaban tu rostro
las caricias del sol.
Pero al final parpadeé...
porque tu mirada se perdió
por la doble puerta
(triste ribera de Aqueronte)
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Autor:
Richard123 (
Offline) -
Publicado:
13 de marzo de 2017 a las 01:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas:
307
- Usuario favorito de este poema:
Alexandra L.
Offline)
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