EL ALCOHÓLICO. Tetradecasilabo.

Evandro Valladares

El alcohólico

 

Yo con la cabeza entre las manos pensativo

rememoraba  las oraciones del pasado

y fui reflexionando entre soberbio y altivo

que era ya suficiente  lo que había rezado.

 

Lo falaz y mundano me tenía absorbido 

y había dejado por un lado la oración. 

No  creía así, que fuera mucho lo bebido 

y por eso  mantenía terca libación.

 

No eran suficientes del amigo los consejos

ni de mi madre el reclamante y continuo llanto.

Ya fueran licores nuevos, baratos o añejos

para mi todos acomodaban un  encanto. 

 

A pesar de la mantenida euforia embriagante

una continua congoja en mi alma se clavaba,

habiendo en mí interior algo inquieto y anhelante

que en el espíritu y el cerebro se alojaba.

 

Había un no sé qué, que esperaba y que no viene

y lo que llegaba era tan solo un desespero

¿en qué lugar se me ha perdido o quién me lo tiene?

¡que por mantenerme esperando, de a poco muero!

 

Un día cualquiera de rutinaria embriaguez

no sé cómo explicarlo, a una capilla entré.

Me invadió una gran congoja, asfixiante estrechez,

me llenó un tenaz temblor y contrito lloré.

 

De repente me vi ante Jesús arrodillado

y su mirada amorosa  mi alma traspasaba.

Con celestial voz dijo - ¿Por qué te has alejado?

¿no has oído que constantemente  te llamaba?

 

- Señor yo de ti me creí por siempre olvidado

y mis rezos de hombre y  de mi santa madre unidos

imaginé que a ti nunca te habían llegado…

o no escuchabas, por estar en licor sumidos.

 

-Hoy sé que soy tan culpable, olvidé tu bondad

en mi etílica euforia me creí gran señor.

Pisoteé el honor, avasallé dignidad

y ni de madre y amigos atendí el clamor.

 

Percibí mis ojos anegados por el llanto

y exclamé con voz sollozante y estremecida

¡Señor por piedad cobíjame bajo tu manto

y devuelve la perdida razón a mi vida!

 

Ruego por tu cruz alejes de mí  este quebranto

quiero a una limpia y nueva vida renacer

ya no puedo más  vivir en este cruel espanto

 permite que pueda tu confianza merecer.

 

Un silencio denso y solemne se hace sentir,

se contrae mi cuerpo con convulso temblor

el perdón del dulce Jesús está por venir

y va llenándose mi alma de  ardiente fervor.

 

Sentí que entre mis labios la plegaria nacía

y una inefable paz mi corazón inundaba

y el marmóreo Cristo que inerte parecía

con su sangre, mi pesar y mi dolor lavaba.

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios6

  • gaston campano

    Reflexiones de un alcoholico pensante, que extraviado del sendero caminante, llega a buscar el perdón al esquivo cristo agonizante.
    Saludos Evandro, buen trabajo.

    • Evandro Valladares

      Es un honor contar con tu comentario hacia unas letras que lo que pretenden es hacer sentir que la Fe nunca debe perderse y que Dios nunca nos abandona. Gracias amigo.

      • Evandro Valladares

        Es un honor recibir tu comentario. He querido hacer sentir que la Fe nunca debe perderse y que Dios nunca nos abandona.Un abrazo.

      • Hay 2 comentarios más

      • María C.

        Uff magnifico tetradecasílabo yo no se hacer, aprenderé espero
        Un abrazo

      • Fabio Robles

        Evandro un poema sobre una enfermedad que padecen muchos y tiene su impacto social. Abres una luz de esperanza que sale del fondo del ser inspirada por Cristo y que da la voluntad para recuperar la vida. Muy bonito y reflexivo poema. Saludos amigo

        • Evandro Valladares

          Gracias mi hermano. Por suerte nosotros no caímos en esas garras del vicio. Dios nos ha bendecido desde siempre. Mi abrazo fraterno.

        • Raquelinamor

          Que poema! interesante el tema, el drama de quien esclavo del alcohol clama y ante el Cristo pide perdòn y vuelve a la vida sanado de alma, cuerpo y corazòn. Bella reflexiòn para aquellos que creen y confìan en la existencia de un ser superior, ayuda a quienes estan al borde del abismo. Felicitaciones, gracias por compartir y reciba saludos de universal amor de raquelinamor

          • Evandro Valladares

            Me siento muy bien con esa fracción de tu amor universal que me corresponde. Gracias por pasar por mis letras.

          • LAYA MIR MAR

            Renover heridas sin cerrar, sangrar ... echar sal y llorar....
            Hermosisima realidad, claramente limpia y transparente alma al desnudo.
            Un cordial saludo.
            LAYA MIR MAR

            • Evandro Valladares

              LAYA MIR MAR: Gracias por pasar por mis letras. Gracias a Dios mi vida se vio libre de esos vicios devastadores. Como medico me ha tocado ver y sentir esos dramas terribles. Muchos de mis poemas tiene como origen el haber conocido muchas tragedias humanas que han llevado a fracasos familiares y sociales. Gracias de nuevo por tu lectura. Un abrazo.

              • LAYA MIR MAR

                Tristemente en mi familia lo he visto sin poder rescatar a quien, en su ceguera, no se dejaba rescatar... suelen ser personas de una gran sensibilidad, inteligentes, generosas que aman sin limite dando todo y sin quedarse sin nada para ellos... yo también tengo algo escrito a esa persona perdida en el alcohol, que nunca olvidaré y llevaré en mi corazón eternamente... También en mi profesión, como usted veo a diario dramas de ese calibre... mi poema se llama LA BOA Y SU ESPOSA ( o algo así, no recuerdo ahora exactamente)... Un cordial saludo, Muchas Felicidades por abrir los ojos a tiempo, su segunda oportunidad seguro que enriquece a la humanidad y devuelve la alegría a sus seres queridos, igualmente su ayuda será un gran beneficio a quien le rodee, humana y socialmente hablando enriqueciendo a todo el que le conozca. Un cordial saludo.
                LAYA MIR MAR

              • FABIO BOHORQUEZ RODRIGUEZ

                Evandro:

                Muy bien dirigido
                tu poema.

                Excelente tema.

                Un abrazo de amistad.

                • Evandro Valladares

                  Gracias mi amigo. Mi aprecio invariable para ti. Un abrazo.



                Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.