"la peor escena de tu vida"

la flaca

¡Te imaginas la escena!, nunca quise ser parte de ella, pero estaba ahí ya qué, ni modo que echar en reversa y cerrar la puerta, él sabe que siempre tuvo esa rareza de dejarme sin palabras, pero está vez te juro que de verdad no sabía que decir y no era a causa de lo que él decía, porque él tampoco decía nada y estaba como un idiota mirando fijo algún punto de la nada, ni a ella, ni a mí, a la nada.

 

La tipa era guapa, sabés, ¡no es cierto que a uno lo cambian por algo peor!.

 

-¿con azúcar?

-sí, ¿y qué hiciste entonces?

 

Le pedí que nos dejara solos, la pobre no sabía cómo salir de ahí, la verdad yo tampoco hubiese sabido que hacer, en medio que recogía la ropa se tropezó dos veces y repetía que lo sentía, ah yo deseaba partirle la boca en una patada, pero la verdad estaba algo largo, me senté en el sillón que está en el cuarto, el que nos dio mi mamá cuando cambió los muebles de la casa, mientras la tipa se arrastraba por el suelo buscando el zapato que no encontraba, yo que ella en ese momento hubiese salido corriendo de ahí hasta sin calzones, pero bueno ahí estaba ella buscando su zapato en un lodazal.

 

-¿y que hacía él?-

 

Estaba sentado en la cama, con la sábana encima mirando hacia abajo como una estatua, fue hasta ese momento en el que me di cuenta que estaba con un pendejo. Por fin la criatura encontró el zapato y salió sin ropa pero caminando, estuve a un pelo de que todo aquello me causara un ataque de risa.

 

-Vivís con un idiota casi 22 años, ¿y te causa gracia la peor escena de tu vida?, vos estás loca.

 

No te podes imaginar el despojo que tenía frente a mí, esos 22 años Gloria no estuve con el hombre que en ese momento tenía en frente, ese tipo era un fifiriche y todo lo que sentía se quedó atrás en esos 22 años que vos mencionás con tanta alharaca.

 

Fue sencillo, le dije que me viera y ni siquiera levantó la cabeza, no dije nada al respecto de la “peor escena de mi vida”… sólo le dije:

 

-el carro gris es mío, la casa del Centro te la dejas vos, a mí me queda la de la playa, mañana te transfiero el valor de tu participación en la Sociedad, sabes que el negocio es familiar y vos ya no estás incluido, ésta casa la ponemos en venta el sábado, así que tenés el resto de la semana para sacar tus cosas. El cuento a los chicos se lo explicas vos, al fin y al cabo fue tu idea, el carro que ella anda se lo podes dejar, algo más que pérdidas le debe dejar todo esto, y las llaves de la oficina las dejas allá cuando le presentés a mis hermanos la renuncia-.

 

-¿sólo eso?, no le dijiste todas las verdades, ni a la mierda lo mandaste Lilly.

 

El resumen de los bienes era todas y la única verdad Gloria, acaso no te das cuenta, no había nada más, y mira que intenté sentirme desgraciada con todo aquello, pero ni siquiera cuando abrí la puerta pude explotar en algún drama, nada adentro se quebró, él en cambio aunque sin amarme parecía un trapo, me sentí aliviada sabés, nunca fui buena fingiendo orgasmos, ni estabilidad.

 

-pero vos estuviste a la altura Lilly.

 

-¿cuál altura Gloria?, no enfrentar el desencanto y resignarse a morir en una relación entre bienes muebles e inmuebles, dejarse morir en un sexo deslucido, sólo porque no sabés cómo meter a otro tipo en tu cama, en tu vida, en tu mierda… él pudo, mira si hasta dude de su pendejada, no es que no me ofendiera, hay otras maneras Gloria y él claramente escogió la peor, pero la gente no escoge nunca la opción de ver a la cara a una persona porque tiene miedo de perder algo importante y entonces se arrastran entre las sábanas y la culpa con la esperanza de no morirse desencantados y conservar aún el chance de lo que ya tienen-.

 

Se largó y yo estoy mejor así.

 

-¿ni siquiera te dolió un poco, por lo que habían vivido?

 

-qué casualidad, fue exactamente lo que él preguntó, entendé el descaro Gloria, me estoy cogiendo a otra tipa y me da vergüenza porque espero que te duela, pero cuando una entra ahí y él nota que no te desbarató como creía, entonces, el ofendido es él porque vos no sentís nada, él tipo espera hacerte daño, herirte, pero si no lo hace quiere decir que él no es importante y eso le duele más, estás viendo el egoísmo tan grande, ni que decir de su reacción cuando se dio cuenta que a los tres días me cogí a Solano, ah pues ahí fui la puta, la puta que ya no tenía nada con nadie y como una mujer de 42 años escogí tener sexo con un tipo.

 

-¿te cogiste a Solano Lilly?

 

-ahhh sí, fue genial Gloria…. pero dejá cuento para otro día.

  • Autor: la flaca (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de febrero de 2017 a las 18:41
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 89
  • Usuario favorito de este poema: Elmer Godoy.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.