Me tomas entre tus angelicales alas,

Me llevas sobre las cristalinas aguas,

Mientras quitas el frío de mi alma,

Eres mi bebita hermosa y amada.

 

Mientras jugamos en la cabaña,

Rodeada por montañas solitarias,

Jugamos divertidos en el agua,

El sol acaricia tu suave cara.

 

Estaremos juntos toda nuestra vida,

Cuando te conocí, lo recuerdo todavía,

Eras una pequeña y hermosa niña,

Tan inocente, linda con tu carita de vida encendida.

 

Mientras te llevaba abrazada por la pradera umbría,

Siempre jugando contigo preciosa niñita,

Te daba muchas y suaves caricias,

Y nuestra mami te daba lechita tibia.

 

Te doy de comer en tu boquita,

Dulces y deliciosas papillas,

Ya eres una bella y única niña,

Te quiero de forma infinita.

 

“Eres desde hace mucho la musa mía, por ti nacen hermosas poesías, mi hermanita preciosa María, siempre jugando tras de ti corría.”