CARTA A UN AMOR DE OTOÑO

Querido amor de otoño:

Pensaba todas las noches en cómo sería ser correspondida por tu cariño y comencé a crear historias en mi mente hasta volverme presa de un secreto que moría por gritarte, era feliz por amarte e infeliz por callarlo. Así que he decidido correr el riesgo; Yo... te amo y sé que no seré correspondida como a mí me encantaría, pero me atrevo a decirlo porque ya no quiero ser esclava de este sentimiento que me aprieta el alma, que me quema, que tortura mis noches e inquieta mis días. Me asustaba la idea de aceptar que estaba enamorada, juro que cuidé mi corazón para que nadie lo robara, pero sin darme cuenta ya estaba colgando entre tus manos, y es que tu sonrisa tonta roba suspiros, ¡roba el alma entera! Tengo que confesarte que he llorado por ti algunas noches, que despiertas en mí un deseo extraño que me estruje completamente hasta los huesos. Discúlpame por el atrevimiento, el corazón no pide permiso, solo se enamora bruscamente y ya.  Tú y yo tenemos una gran historia de amor solo en mi mente y nada me haría más feliz que hacerte sentir mi amor, que darte a probar mis labios para que no tengas dudas, yo quiero regalarte la luz de mis ojos.  Amor… aquí me tienes, mi cariño es tuyo.