Sentí tu calor a mi lado
Tu respiración en mi rostro
Mis labios se inmovilizaron
Evitando el dolor más hermoso.
Oí alejarse tus pasos,
Mis ojos no se abrieron
El día nacía sobre mí
Y sin embargo, yo estaba muriendo.
Permanecí rodeada de extraños silencios
No te vi partir
Y aunque mi cuerpo siga adelante
Mi alma aún sigue allí
Con el sol en la cara
Y tu calor dentro de mi.
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Autor:
Fiorella 807 (
Offline) - Publicado: 30 de diciembre de 2016 a las 01:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuario favorito de este poema: Humberto adasme.
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