¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!

Alma Peregrina

 

 

 No sé porque pero con diciembre se despiertan los genes de la estupidez de casi todos nosotros y hacemos las cosas más idiotas que nos podamos imaginar:

 Comenzamos el día 1 de diciembre, apenas se da el pistoletazo de salida  del aguinaldo nos ponemos como locos a decorar la casa “tipo polo norte”, ponemos muñecos de nieve, desodorantes ambientales con olor a pinos, nieve artificial hasta en la cama del gato, porque no hemos visto nieve más que en alguna postal o en internet, renos con trineo en el techo y un santa Claus con los pies de fuera en una chimenea que por supuesto es falsa porque la mayoría de nosotros no conoce una chimenea ni por asomo y hasta al pobre perico le ponemos su gorrito de duende, para vergüenza del pobre perico ¿Qué nos pasa por la cabeza? ¿¿¿Nos olvidamos que vivimos en un país TROPICALLLLL???Que aquí en vez de colgar bellotas deberíamos colgar un coco, así al menos nos podemos hacer un coctel de coco después.

 A partir de ese día no se puede entrar en las tiendas porque todo esta abarrotado, andamos como hormigas locas buscando los estrenos de fin de año, porque es importantísimo estrenar el 24, el 31 y el 1 de enero ¿Por qué? Ni idea, si quien nos va a ver es la familia con la que convivimos todo el año, la misma que nos conoce hasta en bata de levantar, toda manchada de café y huevo frito ¿No entendemos que la navidad es especial por el nacimiento de Jesús y no por el mucho dinero (que no tenemos) que gastemos en ropa?, lo peor es que les enseñamos a nuestros niños a ser consumistas y en muchos casos cuando no podemos comprarles la ropa de marca o las tenis de moda, les provocamos frustraciones por no poder vestirse como sus amigos.

 Y ni hablemos de los fuegos artificiales, nunca he comprendido que existan retrasados mentales que tiren petardos, bombetas  y perseguidores que dejan quemados a muchos niños durante estas fiestas, no entiendo qué tipo de anormal gasta plata para escuchar explosiones en la calle, oír a todos los perros del vecindario aullando por el dolor que les causa ese ruido infernal en sus pobres oídos.

 Si hay algo que de verdad no comparto es lo de la ropa del 31 de diciembre, pues según la tradición, ese día hay  que usar la ropa interior de color amarillo y puesta al revés, o sea con la costura para dentro, que duele un huevo, pues según dicen esto augura un año nuevo lleno de prosperidad y abundancia. No es ciertoooo…Yo me cansé de usar calzones amarillos por varios años y para nada, nunca sucedió nada remarcable en mi vida, ya de grande entendí que puedo tener los calzones negros, rojos o azules, que si quiero prosperidad hay que echarle huevos a la vida y trabajar.

 Algunas cosas me causan risa, como el atragantamiento de uvas a la media noche, es muy cómico ver a mi familia (yo la primera)  tratando de engullir las 12 uvas en 12 segundos (cosa que nunca pasa), y pidiendo deseos que nunca se conceden, para colmo de males se reparten unas uvotas que más parecen pejibayes de lo grandes que son, así que jamás podemos tragárnoslas todas pues nunca falta el “buchón” que se atraganta y ya no te deja terminar de tragarte las tuyas.

 Una vez conocí a alguien que salió a la media noche con las maletas a darle vueltas a la manzana, según dijo era para pasar el año viajando ¿Qué si viajo? La verdad que sí, el pobre se pasó los siguientes 10 años viajando seis días por semana en bus a trabajar a San José.

 Los globos de los deseos es un punto y aparte pues esta es una nueva tradición que rápidamente adoptaron los descerebrados a los que les gusta quemar su dinero o lanzarlo al infinito. Me parecen absolutamente inútiles esos globos que más de un incendio han ocasionado, y que no son nada baratos…Además  ¿En serio crees que escribiendo tus deseos y enviándolos en un globo al cielo, éstos se te van a cumplir? ¿Qué te pasa? ¿Sera que el cerebro de quienes lo hacen se fue con el globo más allá de las estrellas? Esta gente no se da cuenta de que el único que gano algo con los tales globos de los deseos es el chino que los vende.

 No pienso criticar la comida, porque la comida decembrina es deliciosa, la verdad que paso todo el año esperando los tamales, el rompope, las uvas, la pierna de cerdo y el queque navideño borracho en ron.

 Ya poniéndome más seria les diré que este 2016 ha sido para mí un año de grandes cambios, un año de enormes pérdidas y renacimiento interior, de búsqueda, de llantos y de risas también, y claro como no puede ser diferente, yo también me contagio de la locura de esta época del año, así que me uno a la alegría de estas fiestas y les deseo a todos un venturoso 2017 en unión de sus seres queridos y que Jesús sea el homenajeado en sus hogares y sus corazones…

 

 

 

 

 

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  • Autor: Alma Peregrina (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de diciembre de 2016 a las 15:30
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 94
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Comentarios1

  • Fabio Robles

    Ja ja mi amiga coterranea, no me regañes, bueno por lo menos en los tamalitos coincidimos .
    La verdad copiones y sociedad consumista , esa es la realidad , pero así somos los latinos .

    Te deseo un lindo final del año y mucha salud prosperidad para 2017. Abrazo

    • Alma Peregrina

      Gracias Fabio, igual para ti y los tuyos.Un abrazo.



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