Devaneo

B Quinchanegua

Devaneo:

Oh alondra blanquecina que has sido siempre mensajera de vida

en tus labios lúbricos has sabido contener el alma mía,

en tus ojos pardos desorientadas deambulan mis miradas

y en tu talle esbelto, mis manos débiles descansan ignoradas.

Alondra: del viento la erosión, tuyo el arte de encantar mortales,

Seres complejos que ante el estruendo de tu voz se vuelven triviales;

Y quien culpa a los desdichados, si sueños turbios tenemos todos,

los míos son: ceñir tu vientre, besar tu cuello, rosar tus codos;

Extiéndeme tus brazos perfectos, te envidia la venus de milo,

no esculpe Rodin unos así ni con el más delicado filo,

y que me abracen las extensiones vivas de tu ser con firmeza

tal como agarra en las violentas lluvias el árbol a su corteza.

En la oscuridad de la noche fría la luna en tu curso apunta

recomienda la pompa láctea que te formule una pregunta:

¿serás capaz acaso de pagar con indiferencia cortante

el sentimiento que en ti descarga herido, este divagón errante?

Ver métrica de este poema
  • Autor: B Quinchanegua (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de octubre de 2016 a las 00:33
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 164
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.