Bloqueo

Santiago Miranda

¡ah silencio antaño!

ahora vienes y me llevas

a tu inefable fortaleza

donde callo en la in-consciencia

de todos los que han callado, antes

                de nuestra caída

(los registros fueron eliminados

la palabra clausurada, se repara

                    a si misma

este es nuestro único milagro y la única condena)

no hay ciencia que lo sepa cierta

pero aquí nos reunimos extrañados

cada cierto tiempo relativo, con linces

en los ojos y arañas en las manos

algo extraño!. Pero callamos

..las aves si pudieran jamás lo harían..

y tememos                                          hablar perdido el habla

para siempre o el resto de los siempres

presentes que cargamos fuera del si mismo

o dentro del nosotros ficticio por la historia habitado

perjudicando todo el acto sobre quienes

se mueven bajo máscaras o engranajes

                                                        o comprender la razón del misterio

                                                        o peor aún fundir el apelmazado foco

                                                        desde el cráneo, de tanto haber pensado

                                                        lo que haya pasado por el paso censurado

de la sutura nacional,  ahí te va un rectángulo vacío o un ente saturado

de blanco, el alma de los hombres es bloqueada de estimulaciones ecu

lubradas, encumbradas o culebras avivadas, palabras todas, sentido

sin el mismo. (como nosotros mismo) sin saciarnos jamás.

La boca del hombre; metafísico bozal, que no permite aún

su partida a los prometidos paraísos, seguimos juntando material

y la fatiga vence, las ideas se resienten resistidas, el hombre cae frente al punto

omega de partida. Yo me ire, ahora acostar. Y tú te quedas ahí

desde donde estás, desprovisto, mirándote las manos y pensando en esa hambre

de sueños o deseos nuevos, cosas para acompañar al camino, sepultar

al bloqueo, ex-cavar el olvido del hombre, de su fundamental aposento

socorrer al recuerdo inmemorial de lo vivido, lo intuído que se lleva dentro

no te quedes. Ahí pegado al cielo, conectado fuera del humano tiempo

expulsa, la visión del panorama, expulsa virgen la palabra, de los torrentes a los sueños.

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Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Muy hermoso tu genial versar amigo Santiago
    Un placer leer tus versos...
    Abrazos de amistad...
    El Hombre de la Rosa



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