De Nunca Jamás a Utopía.

Es triste.
Triste que compartamos risas y penas con personas que solo pueden durar dos almuerzos.
Triste conocer almas gemelas en el momento que deben marcharse.
Saber que aquella sensacion de encajar, va a durar tanto como el miedo a lo desconocido.
Echar de menos personas de las que solo conoces la cima del iceberg.
Si pudiese reuniria a mi lado a todas ellas, personas que si se conociesen salvarian al mundo.
Perder el miedo a no ser unicos y especiales, a comprender que como grupo seriamos el exito y la fuerza que necesita este mundo.
Nos encontramos divididos. Divididos por las circunstancias, uno en Nunca Jamás y el otro en Utopía. Divididos por el tiempo que no llegamos a compartir.
Perdidos, intentando encontrarnos y encontrarlos. A ellos, a personas como nosotros, que caminan cerca de nosotros cada día. Viendolos si tenemos suerte, justamente antes de perderlos.