En El Tiempo: Liras

Daniel Eduardo Mendoza Camarena

Acezar el pasado

de un mundo sin penas ni gloria alguna,

sucumbe lo anhelado

matando el sueño dado:

mi corazón se desangra en tu luna.

 

¡Ah! ¡Qué tiempos aquellos!

Cuando en el pavimento tú sembrabas

tus huellas de pies bellos

dejaban tus destellos,

susurrando al oído, que me amabas.

 

Mas, perdido en el tiempo

del vil sufrimiento y de la agonía,

padezco el contratiempo

de tu hermoso tormento

que enloquece la fútil vida mía.

 

Daniel Mendoza

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