Estruendoso galope de espumas
salto fragoroso del río desbocado
estrépito sobrecogedor y fascinante
cataclísmico estornudo de la tierra
arrasador abrazo, horrendo
hecatombe de niebla y rocas
Dios quiso que, Niágara Falls, te llamaras.
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Autor:
BDA2211 (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de septiembre de 2016 a las 12:08
- Comentario del autor sobre el poema: Tenía una deuda en conocerla. Gracias a Dios pude hacerlo el pasado 6 de agosto, y no pude más que definirla así.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 50
Comentarios1
Un gran escritor puede hacer un gran comentario. Muchas gracias.
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