Cabalgas por mi rostro
tirando de mis labios,
tirando de mi cuerpo
-que no hay delito
si no lo tocas-.
Me salvaste del infierno
para hacerme hueco
en tus alas.
Me lanzaste,
en silencios, «te quieros»
que rompían mis palabras.
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Autor:
Víctor Cadenas (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 2 de septiembre de 2016 a las 11:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: YA SABES QUIEN, Delirio_
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