La casa del caracol (Octosílabos)

Diaz Valero Alejandro José

 

Ayer te vi caracol

que por mi casa pasaste

con tu casita rodante

que parece una mansión.

.

Ya parece una mansión

después que la reparaste,

y hasta vi que le instalaste

chimenea en el fogón.

.

Chimenea en el fogón

y ese piso tan pulido

con ventanas de aluminio

para cubrirse del sol.

 

Para cubrirse del sol

ella es la más indicada

allí no te falta nada

¿verdad señor caracol?

.

¿Verdad señor caracol

que en su casita bonita

allí nadie le visita

porque allí no caben dos?

.

Allí no le caben dos

debes tener eso en cuenta,

y si la pones en venta

entonces la compro yo.

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Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela

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Comentarios3

  • Amalia Lateano

    Ay me muero de amor!!! Qué feliccidad encontrar poemas para mis nietitos. Es tan difícil hallarlos con esta calidad y versos tan bien escritos.
    Felicitaciones. Me lo llevaré a mi refugio para leérselos esta tarde de domingo!!!
    Saludos

    • Diaz Valero Alejandro José

      Me alegra mucho que así haya sido señora Amalia. Este rincón infantil fue concebido desde su creación misma como un sitial donde la fantasía y la ingenuidad fueran siempre las protagonistas. Feliz y bendecido domingo. Saludos y muchas gracias.

    • Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ ♥@ngel de kristal♥ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

      Sencillamente hermoso mi querido amigo.
      Un poco alejada, pero deleitándome con tus hermosos versos.

      Un fuerte abrazo en la distancia, besos del alma,
      Bello inicio de semana.

      • Diaz Valero Alejandro José

        Amiiiga, un abrazo. Gusto saber de ti y gracias por mantener vivo ese entusiasmo de siempre por la literatura ingenua. Un abrazo y saludos a todos los niños que lleguen a tu consultorio.

      • gaston campano

        Esa casa esta pintada
        con pintura natural
        truene o llueva queda igualada
        por su textura casual.

        Un aplauso a la mansión del caracol

        • Diaz Valero Alejandro José

          Jajaja aplaudamos pues, a la casa del caracol y a los zapatos del ciempies, jejeje. Saludos amigo Gastón.



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