LA HUIDA. EN PROSA.

YO CLAUDIO

                                                                                  Una mañana de verano. cuando apenas salía el sol me acerque a mi ventana y en aquella pampa solitaria que se divisaba frente a mi casa estaba llena de colores que parecía un jardín en primavera, que florecía en pleno verano.-  Era algo que no me esperaba, que mis ojos aun dormidos llenos de sueños que me pedían seguir durmiendo, se veía hermoso eran los Gitanos que llegaron eran ellos una raza que muchos odiaban, ¿Porque?, siempre me lo eh preguntado muchas beses falsas o verdaderas respuestas que llenan de miedo y como que uno se acobarda ante aquellas gentes que muchas beses no tienen culpa de habladurías de los vecinos que viven en el mismo barrio donde vivo yo.-   Llaman a mi puerta, salgo a preguntar que desea, eran mujeres Gitanas hay Dios mío, que hermosas mujeres verdaderas princesas que a mi puerta se presentaban para entregarme su dulsúra y simpatía como un regalo que Dios enviaba para mi, las salude como corresponde con suavidad y delicadeza con una sonrisa especial para que supieran que aquí en mi casa a todo el mundo se le trata igual, eran 4 mujeres de cabellos rubios ojos azules como el cielo y el mar sonrisas dulces apasionadas, tiernas y llenas de amor.-  Nos presentamos, le pregunte su  nombre, me dijo,  Yureíma,  del que a mi me gusto le dije que era un hermoso nombre y que jamás se me olvidaría por que a quedado guardado en mi corazón y en mi alma como un símbolo de amor.

 

                                                                                  Fue un lindo comienzo de día, las hojas que caían de los árboles danzaban al caer, las rosa en mi jardín lentamente habrían sus pétalos y sonreían para mi, regaban sus perfumés por los aires que nos caían como gotas de aguas que se regaban en nuestros cuerpos y comenzaba a nacer un nuevo amor, que alegría, un encuentro que no podía creer, era como un sueño que comenzaba a florecer en medio de la nada, pero que era para ella, que era para mi.-  Pasaban los minutos y la charla era buena, había mucho de que hablar, eramós mayores de edad, me gustaba, pero había un miedo a ¿que?, al "Gitano", son rencorosos le dije que me podían golpear pero su respuesta fue, " los golpes pasan, pero los gustos y el amor se quedan guardado aquí dentro del corazón", ella decidida no le importaba el que podía pasar, yo con un poco de miedo pero decidido a entrar en el juego del amor, pasaban los días y sabíamos que algún día nos tendriamós que separar, nos queríamos pero ella, pronto debía marchar, eramós mayores, pero no nos daba el derecho de decidir que camino tomar, arránquemonos le dije, a donde no nos puedan encontrar, me miro y con lagrimás en los ojos y sin mirar atrás, ese mismo día nos fuimos en busca de nuestra felicidad.

 

  • Autor: Yo Claudio (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de julio de 2016 a las 03:53
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 52
  • Usuario favorito de este poema: Mauro Enrique Lopez Z..
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