Avanza el reloj y tú aún no llegas,
te espero aquí desde hace ya tiempo,
la paciencia se me agota como el tiempo en esta vida,
y no me veo capaz de buscar otra salida.
El latido incesante de aquel reloj,
es un martilleo constante en mi cabeza,
y sus agujas son dagas que me hieren a la par,
ruego vengas pronto a salvarme de este mal.
Pienso en el pasado y me inunda la nostalgia,
es un remedio temporal para aliviar esta angustia,
pero recordarte me hace mal, me creas esperanzas
siento que me voy a entregar, al tiempo ya sin pausas.
Comentarios1
"El latido incesante de aquel reloj,
es un martilleo constante en mi cabeza,
y sus agujas son dagas que me hieren a la par,
ruego vengas pronto a salvarme de este mal."
Muy buena estrofa amigo Arturo.
bambam desde Chihuaha
Gracias Bambam. Saludos desde Chile.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar [email protected] Regístrate aquí o si ya estás [email protected], logueate aquí.