Vejez

Esteban Mario Couceyro

La vejez, cómo se nota, en los otros

si fuimos niños, ya no lo son

envejecen sin piedad

ya no ríen como ayer.

 

Algunos, se van sin regreso

dejando ese espacio, un hueco

que no es nido de pájaros

un hueco, como la noche en la mar.

 

Esas mujeres, que me enamoraron

se van secando de recuerdos vanos

vi en sus bocas, amanecer el sol

en tormentas de placer.

 

La vejez, quizá sea eso

una larga despedida de gentes que aburren

de anécdotas gastadas

de ojos turbios, sin asombro.

 

Pero me rebelo

y quiero renacer

que mis plumas

me lleven al cielo inmenso.

 

Que tus ojos enamorados

me vean tal cual soy

no como ese, del espejo

cansado de años y espanto.

 

Quiero ser niño

y correr tras mi historia

para vivir nuevamente

cada día de amor.

 

Hacer votos de alegría

y pedirte perdón

por no adornar tu cuello

con las estrellas reflejadas en la mar.



  • Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 22 de julio de 2016 a las 10:29
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 27
  • Usuario favorito de este poema: Lita_81.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • Beatriz Blanca

    Dile al poeta que todos envejecemos, pero si bien la piel y las ideas se marchitan, está la esencia que no se borra y nos regala su recuerdo.
    Me resisto a dejarme vencer por el desaliento, sigo luchando hasta que mi mente me lo permita.
    Un saludo amigo, justamente una buena amiga está pasando por sus últimos latidos y yo la acompaño hasta la puerta que la llevará al otro lado, por eso no estoy siempre en la página.

    • Esteban Mario Couceyro

      Querida amiga, el personaje ya envejecido sin remedio, acepta la situación y hace votos de rebeldía, supongo que como todos resigna su juventud a cambio de sabiduría..., bueno no todos.
      Por lo que decis, estás despidiendo a una amiga, poco se puede decir en esas circunstancias habitualmente dolorosas. Puede no ser así, si el que parte, lo hace con la felicidad de haber vivido construyendo recuerdos amorosos. Me ha tocado despedir a mi madre, en esas raras circunstancias.
      Espero que todo te sea facilitado por el amor y la fortaleza de tu alma.
      Lo mejor
      Esteban



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.