Algo Tenemos

Raúl Daniel


AVISO DE AUSENCIA DE Raúl Daniel
Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.

Algo Tenemos

 

Ante ti, mi musa, profusa, de vida perdida,

seductora astuta, siempre triunfadora

en las viejas artes de ganar amores;

tocada o tomada, muy poco atraída,

enamoradora de los corazones,

más no enamorada y nunca rendida,

mi conquistadora, yo sí estoy rendido, en idolatría.

 

Estatua de vidrio o mármol  pareces,

tus miedos, que crecen, pedestal de acero,

el agua de tu hielo apaga el fuego;

no hay ruegos ni versos ni rosas ni cosas,

que supere eso que te envilece;

los besos, caricias, palabras, miradas,

por dulces y tiernas que sean resbalan

en la porcelana de tu geografía...

y no te hacen nada.

 

Golpeé con mi lira y mi canto tu oído,

por meses te pido que abras tu puerta;

más en la desierta isla en que finca tu yerta

alma semimuerta no llega sonido, ¡qué pena!,

ni grito ni trino ni trueno ni ruido,

tan sólo tu propio canto de sirena.

 

No creas que creo tu historia gastada,

¡ya ni tú la crees, pues no crees nada,

de tantas pociones por ti preparadas,

el vaho de alguna te dejó embrujada!;

maquinas venganza a todos los hombres,

pues de todos ellos eres maltratada,

boomerang que lanzas y muy descuidada

no atiendes y vuelve a golpear tu cara.

 

Mujer, ya no cabe siquiera ese nombre

por el que llamarte, tú has trascendido,

tú has traspasado límites, ejidos;

tu reino ya no es reino del mundo de los vivos,

al Hades Eterno tu destino ha ido,

planeta desierto es ahora tu sino,

sin bosques ni flores ni aves ni ríos;

ya eres cual terciario fósil en la lava,

por miles de siglos, en piedra trocada;

vida desvirtuada, sin fe ni esperanza,

por más que quisieras, ya no sientes nada.

 

¡Qué pena!, te fuiste antes que llegara mi barco a tu puerto,

yo arribé sediento y muerto de frío,

temblando y llorando te imploro y reclamo,

más nada consigo, no entiendo ni quiero aceptar

que ausente estás, aunque te oigo y te miro...

¡yo también soy ciego y los dos morimos,

yo por mi capricho, tú en tu desatino!

 

Vamos a perdernos... ¡qué mentira digo!

esto no es posible, ¡nunca nos tuvimos!

 

Estatua de nieve, semidiosa torpe, caprichosa tienes

la incorrecta idea de que no me quieres,

¿sabes una cosa?: por dentro te mueres

y quieres quemarte conmigo en mi fuego,

pero ya tu juego, el que siempre juegas,

ni quieres dejarlo ni tampoco puedes;

y vas a morirte, aunque no te mueras,

si aunque no te tengo, aún así te dejo.

 

Y, aunque yo lo quiero, tampoco lo puedo;

pero algo tenemos, algo conseguimos,

algo compartimos, en luchas, conquistas, repliegues,

desgaste, desorden, ruegos y desdenes;

algo sí vivimos, algo poseemos, nos liga

y mantiene unidos en ciclo perpetuo...

y no es un matrimonio... es esto: ¡Nuestro infierno!

 

Por sesenta veces estuvimos juntos,

me dejaste en treinta, yo en tan solo cuatro;

pero siempre estamos citados y nos encontramos,

es mentira todo, ¡nunca nos dejamos!,

solamente actuamos, payasos de un circo

ni cuenta nos damos de en qué forma y cuanto

es que nos amamos; no puedes dejarme,

no puedo dejarte, estamos atados

aunque no lo quieras, ¡aunque padezcamos!

Dios debe haber sido quién nos ha unido,

¡porqué a Él le plugo...

eso es lo único que explica este lío!

 

Estatua de diosa pagana te alcanzo,

a tu ara me subo y en mi locura,

en violento abrazo, quiebro tu armadura

y te rompo en pedazos, te desnudo todas tus magulladuras,

pruebas de los daños... y de tus fracasos...

 

Dices no quererme pero tremolamos

por calles y plazas cual adolescentes,

unidas las manos, los cuerpos calientes

y, aunque pocos, besos muy ardientes dados.

 

Te quiero y me quieres, te amo y me amas,

anhelas mi fuego y rechazas mis llamas;

y te doy la prueba, que yo sé, la máxima:

Sólo un matrimonio, lo que hacemos, hace,

estar en la cama y no tener sexo,

discutir por todo ¡y no separarse!

 

Semidiosa blanca... hermosa,

Venus victoriosa cruzada con Marte;

violenta batallas las lides de amores,

musa caprichosa de las bellas artes:

Tu sí como tarda, hagamos las cosas,

dejemos el Hades, volemos al cielo,

¡qué ya más no puedo y la dicha aguarda!

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • Katherineosspina

    Me encanta el estilo. 🙂

    • Raúl Daniel

      Gracias.. tu comentario es un gran elogio para mí.. aunque te cuento que mi versar es en varios estilos, pues me encanta la diversidad..
      Un saludo desde Paraguay..
      R_D

      • Katherineosspina

        Eso es lo que hace tan único tu estilo, no hay casillas. ☺



      Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.