El Esplendor: Tragaluz de España 2.000

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Fue en una sesión con mi nuevo psiquiatra, un hombre campechano que acaba de instalar su consulta en Vall d´Uixó y despachaba en sandalias de campesino. Él fue el primero en hablarme de la herencia de la tierra y del esplendor. Yo al principio no sabia que quería decir. Por aquel entonces tenía motivos de sobra para buscar consuelo en los psiquiatras y en los psicólogos. Acudía a ellos con frecuencia buscando remedio a una vida desafortunada, repleta de peripecias y trabajos frustrantes de los que había obtenido un lamentable resultado.     -Doctor tengo la sensación de ser simplemente materia. Materia viva que habitaba dentro de si, cerrada. ¿ cómo le explicaría…? Hummm, cerrada como un caracol en su caparazón que solo sale cuando llueve para llorar. Contemplo un exterior que es simplemente un mecanismo que funciona dirigido por una conciencia superior que da premios y castigos, éxitos y fracasos. La luna es una tragaperras con sus luces brillantes, sus dibujos de mujeres medio desnudas y música erótica que solo aparece cuando metes una moneda y sale premio. Entonces nace la noche. El día no puedo verlo, tiene el rostro de la voluntad del burgués ¿ Comprende? Es lamentable para mí enfrentarme al rostro de los tenderos de mi pueblo. Su imagen es la de unos seres terribles, cuya visión dentro de sus tiendas abriendo las persianas de sus limpios comercios me espanta, tanto como las imágenes de los protaurinos de vall d´Uixó, con ellos llegó a una visión del apocalipsis. Sin embargo esa visión del apocalipsis carece de la fuerza de unas verdaderas imágenes desgarradoras que hagan palidecer mi alma. Toros decapitados a hachazos, mujeres desnudas sujetando la lengua sangrante de un cordero que agoniza, un agujero de fuego en el cielo durante la tormenta invocado por el presidente de la junta taurina, la fundación Francisco franco y la agencia para el desarrollo de vall ´d uixó. No hay imágenes doctor sobrenaturales. Mi terror nace del dogma en que está inmersa vall d´Uixó. Mi conciencia antiburguesa, mucho más luminosa que la de cualquier liberal burgués o conservador, me ha hecho más libre, más fuerte, ( mirando al psiquiatra que estaba anotando lo que yo le iba narrando) superior si quiere anotarlo así doctor. A veces me dan ganas de gritarles cuando veo a los comerciantes, los tenderos, a los protaurinos: no merecéis vivir más que como vivís gusanos inmundos. Representar, representar vuestra maldita comedia…. En ese momento el doctor considero oportuno pararme. Y con un tono misterioso me preguntó   ¿ sabes usted lo que es… el esplendor? Yo repetí la palabra atónito : El esplendor… y negué tres veces con la cabeza. Solo he conocido la miseria, la exclusión social que provoca la conciencia liberal burguesa, nacida de la hipocresía, la dogmatización, la destrucción de todo lo bueno, justo y sano que hay en el mundo. El psiquiatra me dio la razón con el gesto, pero añadió aún más misterioso: Hay imágenes en la naturaleza, poderosas imágenes que no tienen explicación en la conciencia burguesa, y todavía no se las han apropiado. Estás desbancarían su dogma, la imagen un grial lleno de sangre de inocente que sana. Esto es lo que necesitas, despejar tu conciencia de razones, tanto como ellos necesitan una revolución que los aplaste. Necesitas Ángel volver a sentir las honduras, los abismos del alma, ella, tu alma que has perdido, es la que te devolverá la motivación. Ningún refuerzo, premio o castigo te pueda ya hacer nada. E invitándome a ponerme en pie y a buscar el Esplendor me gritó el psiquiatra. Recuerda Angelillo, debes buscar el esplendor en la naturaleza para volver a tener alma. Durante día busqué alejado de las carreteras principales. No había ninguna imagen en la naturaleza que me sobrecogiera, ni alimentar mi alma. Cañares, higueras, almendros, oliveras, pedregales, y vuelta a comenzar, higueras, almendros, cañares, pedregales y oliveras. ¿ Dónde se ocultaba el esplendor? Hasta que al final , en un barranco rodeado de puentes cerca de mi casa. En el lugar menos esperado, encontré el esplendor. Cientos de tomateras, acelgas, arrastradas por una tormenta dando fruto entre las piedras del barranco, sin apenas tierra, sin abono, viviendo entre gravas estériles. Al levantar mi cabeza del barranco, veía pasar docenas de personas. Sombras que transitan con su compra de los supermercados sin ver nada, tuteladas por el sistema.   Yo mismo, a escasos metros me esforzaba en sacar adelante una huerta de la que hasta ahora tras muchos esfuerzos había recogido mucho menos de lo que allí se me ofrecía. Comí un tomate, y estaba delicioso. Si, me encontraba ante ese fenómeno llamado … El esplendor. Angelillo de Uixó.

  • Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 20 de junio de 2016 a las 08:02
  • Comentario del autor sobre el poema: El esplendor es una teoría psicoanalítica del alma surgida de unas imágenes reales que contemplé en la naturaleza que se enfrenta a la moral burguesa
  • Categoría: Naturaleza
  • Lecturas: 32
  • Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Santiago Miranda.
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Comentarios1

  • Santiago Miranda

    si pudiéramos volver a nuestras raíces, si supiéramos como y dejar de ser esclavos del mercado para poder ser nuestros propios amos, en el fondo es lo que soñamos, y esperemos que solo hayas sido visionario. saludos



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