Quiero besar tus Labios

syglesias




Yo quiero en mi lecho de muerte, poder besar tus labios, porque no es mucho el anhelo, para quien por desamor está condenado a agonizar de dolor, rogándole a Dios antes odiarte, sin por castigo conseguirlo, por haberme enamorado de una mujer mala, como Tú, que flechó perdidamente con sus hermosos ojos glaucos mi corazón, encadenando mi alma a sus caprichos de mujer, bonita, ahogándome con sollozos de tristezas, viéndote dormir tranquilamente, mientras dentro del pecho, mi corazón sufriendo está muriendo a causa de tu olvido…, syglesias.


Quiero besar tus labios,
y quedar en silencios,
besar el rocío del manantial de tu boca,
como que hoy provoca si desemboca...,
en mis labios el puro néctar de tus labios,
tan sediento y siendo tú y yo, más sabios,
quedo con ese aliento en suspiro,
porque me das el respiro,
de un instante en que deseo el amor,
de tus labios, amor y pasión,
entregar cuerpo y alma,
que en cada calma,
se hace del amor y en mis palmas,
un torrente de agua dulce que cruzo con mi boca,
en tu piel llena de la huella de mi pasión tan loca...
Zoraya

  • Autores: syglesias (Seudónimo), EMYZAG
  • Se ve: Todos los versos
  • Finalizado: 18 de junio de 2016 a las 14:00
  • Límite: 15 estrofas
  • Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 2234
  • Usuarios favoritos de este poema: syglesias, Raquelinamor.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • Raquelinamor

    Réplica al primer verso:
    Nadie se muere de amor, caprichos ciegos del corazón,
    hay que pararse del lecho, porque a lo hecho, ¡pecho!
    ¡anda ve! y busca otros besos, por anhelos condenados,
    que agonizar de dolor no es bueno, o sino echate un trago
    ¡Ah! te aclao que no fui mala, tal vez, un poco traicionerita
    y las flechas no fueron mias, sino de un bicho llamado cupido,
    que travieso a mis ojos aviesos y a los tuyos ha unido presos,
    y no es que fuera bonita, encantadora, ni tampoco señorita,
    fue el fuego de tus miradas y de las ganas mientras dormitas
    que ahora te ahogan en penas, sollozando por las venas-
    FIRMA, la hermana del AMOR
    Raquelinamor



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.