DESESPERADO, A MI MADRE.

didisar

Una vida de mierda, discúlpeme señora de las cuatro pero es verdad aunque usted no lo quiera cuando yo solía caminar me tiraba  una maldita piedra expresar la rabia no era la forma correcta, señora que me mira acaso usted no es la que se aleja buscando comprensión, váyase con  quien quiera. Mis hermanos de mala gana de hambre hoy se quejan usted feliz con Dios y mi padre con una cualquiera permítame pedirle perdón pero usted en la cementera llena de flores alegres pues nadie la molesta, venidme a visitar y llevarme cuanto quisiera que madre fresca aurora me abrazara con su blanco de acuarela, si dios te diera el permiso ven a darnos fuerza que este mundo es complicado y sin ti nuestras vidas como la arena, arena ayuntadora que en mis carnes revienta soledad nos acompaña y la lujuria nos atormenta.

Porque no nos enseñó a combatir la rabia cualquiera, mi hermano se hace grande y con sus amigos una marioneta, vestida de paloma por no afrontar su poca inteligencia pero en medio de la tormenta esté se viste de nobleza, dile a Dios que le arrebate esos espíritus de inmadureza que ya es un hombre aunque madre usted no lo crea, le envió una carta cifrada en poemas; pero hay más madre por decir y quien sé lo cuenta, no nos hizo bien aquella despedida fue de impacto incesante, de temblores quien se olvida y como borrarlo si está presente, aquí presente  florecita, quien no llora cuando la flor, la flor sé marchita, mi hermana OH! gran flor  está toda dormida esperando a que le enseñe  madre ha ser señorita, dele su gran ejemplo ,y adormita su gran ira(no sus ojos madre que la anemia la lastima). Le digo madre necesita de su ira, una ira respetable que corta y a la vez es cura bendecida, flor a aquí tus pétalos que poco a poco se marchitan de no ser por tu parentela  nuestra vida acabaría y de mi madre, de mí que no sería  he rasgado mis vestidos deseando tus caricias dame fuerza madre pues se me acaba cada día y buscar una palabra en mis labios no seria, apartado de las cosas que le hacen bien a una cría el odio qué ciento por Dios, por mi padre y la hipocresía, ayúdame a perdonar tu que en tu lecho eso hacías, buscar esa paz interior que muchos, muchos buscan DIA a DIA.

Flor he aquí tu cimiente, tu cimiente que recita, estoy amargo como nadie lo entiende y aparento de alegría, dame lugar en tu morada fría lúgubre engrandecida donde la paz es amiga y Dios una hermosa poesía, dame un poco de agua calma mi sed en alegría vísteme que estoy de luto y esté no se quita, perdona madre la forma en que te hablo en esta pequeña osadía, quien le escribe al viento navega por la vida, si estas luna de nuestro cielo escuchando o leyendo mis letras retorcidas espero que veles por nuestras vidas. Cumple ho! madre tu promesa a nuestras vidas  esperamos tu regreso  ¡llevarnos hacia tu viña! 

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Comentarios1

  • Reyshell Mendez

    Aunque se siente tu alma rabiosa se escucha su grito de esperanza en lagrimas dolorosas.. Es hermoso



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