<<QUEDOSE EL ESTíO EN MI VALLE>>.

mariocaba

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Secáronse las vertientes, quebradas y fuentes,

ya perdió su verdor el Molle y su rica flora,

rozados geránios  que se abrían con la aurora,

ya se marchitan por los, del Sol, rayos ardientes.

Todo está muerto en el valle de mi amada tierra.

 no se oye, de las aves su dulce melodía

que, al unísono cantaban al romper el día,

 no baja la neblina de lo alto de la Sierra.

Ya no está el dulce aroma de los frescos maizales

no ciernen los trinos  el tamíz de la arboleda.

 De su alfombrado  verdor  ya casi nada queda.

No se oye el rondador de los humildes zagales. 

Pobre labrador que, en su anhelo y rudéz sumído

 de hinojos al cielo  mira, y, en azul espejo

vé en las viajeras nubes, de la mar el reflejo

y vé cascadas de agua de armonioso sonido.  

Mas allá de ancestrales sabéres de la vida

que no le dan a comprender leyes naturales

causantes, tanto de bondades, cuanto de males

mira que su tierra, seca, estéril y raída.

Con sus bueyes y su arado el labrador trabaja

Abriendo honrados surcos en su querida tierra,

semillas, anhelos, y esperanza en ella entierra

mientras al cielo reza, con la mirada baja.

Con la esperanza de que llegue el soñado día

en que, Dios le conceda poner sobre su mesa

el dorado pan, que alivie su hambre y su tristeza

y que a su humilde hogar vuelva la paz y alegría.

Autor: Mario Cabrera A.

(mariocaba)

05/21/2016.

 

 

 

 

 

 

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  • Autor: MARIOCABA (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de mayo de 2016 a las 01:48
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 67
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