SUEÑO DE SEDA (PARTE TRES) RELATO

Jeovany Mikke


AVISO DE AUSENCIA DE Jeovany Mikke
Con el respeto que todos merecen, me ausentaré por unas semanas, porque estoy en arreglos de mi próxima novela, un saludo cordial para todos,

Atte Giovanni Mikke.

Cuando estaba totalmente abierta, las luces de colores en mis pies habían desaparecido, yo entré en la habitación que estaba en total oscuridad, solo se oía la lluvia. En aquel cuarto no había ventana, había una cama antigua, un mueble de ropa y un escritorio, pero nada de eso se veía al estar todo oculto en la penumbra. Me adentraba aún más en la oscuridad, comencé a sentir calor y movimientos cerca de mí. Unos extraños quejidos que jamás había oído rodeaban mi oído, y quejas que  parecían ser de hombres. Fulminantemente la luz se enciende y los gemidos de los hombres se hicieron insoportables, mire hacia el techo y sujetos al techo de la habitación como si estuviesen pegados o con magnetismo habían personas quejándose desnudas por todo el lugar. Una total polifonía de voces humanas apagó el sonido de la lluvia. Por las paredes también había personas de aspecto delgado y de piel blanca sin ropa, gemían sin parar y sonaban como un canon unas con otras. Otros cuerpos parecían estar tocándose los genitales, mientras otros solo se quejaban paralizados. Jamás he podido olvidar la imagen de los hombres desnudos tocarse y las mujeres con los senos descubiertos. Las mujeres adultas que estaban allí, expulsaban  una especie de emplasto espeso  negro azulado por la vagina, un líquido que manchaba todo el piso de la habitación, el oscuro fluido parecía pegotear todo el piso embadurnando cada rincón  como si le lanzaran pintura excesivamente espesa y expansiva. De la boca y  genitales masculinos surgía también el expansivo líquido. Los quejidos de la habitación se hacían más fuertes, aquella tortura que mis ojos miraban parecía ser como si aquellas personas estuviesen muriendo de dolor, pero tal agonía parecía no acabar con su vida. No entendía que era tal escena, no entendía lo que estaban haciendo, pero de asustada, nada. Embargada de curiosidad, algo en mi cabeza me hacía sentir que conocía lo que veía, geminaba ideas en mi e inquietudes que pasaban por mi cabeza. La sustancia negra que brotaba de los cuerpos desvestidos, no me parecía tan desagradable y cada vez se aproximaba a mis pies. La cama ya estaba casi en su totalidad manchada de la sustancia. Justo enfrente de mí, a unos dos metros  un hombre estaba sentado y apoyado en la pared con sus brazos abiertos adheridos al muro como si los hubiesen clavado, con las piernas extendidas dejando al descubierto su pene. Desde su genital salía la espesa sustancia que estaba tocando mis pies. Perdida en este sueño recuerdo que lo último que hice fue la genuflexión de mis piernas con el fin de tomar el líquido con mis manos, si mal no recuerdo quería beber del emplasto de aquellas personas.  

 

No comenté este sueño con mis padres… no lo sé… no quise preocuparlos tal vez… no recuerdo bien. Pero desde ese sueño un extraño efecto de confusión yacía de esa habitación. Pasaban los días y no quería entrar a ese cuarto,  me preguntaba cómo podía llegar querer tragar de esos fluidos, pensaba si existiría algo así en la realidad, si la gente adulta expulsaba cosas así de esas partes del cuerpo, o si quizás hubiese una enfermedad afín.

 En vacaciones de verano de ese mismo año me decidí entrar allí después de meses. Llevé el perfume de frutilla que mi madre roseaba en mi cama y uno de mis peluches. Mi madre me había comentado que el clima estaba muy raro, el cambio climático era un hecho debido a que en julio desde que ella era muy niña siempre fueron veranos calurosos, perfectos para salir a jugar. Y pues ahora llueve a menudo  con bastante frio y viento. Esa tarde extrañamente lluviosa a fines de julio, mi madre tocaba el cello, y su hermosa música viajaba por toda la casa. Era perfecto y el sonido de las gotas en ático se asimilaba a la de mi sueño. Decisivamente,  al entrar allí nada raro había, estaba la cama en donde siempre estaba, el mueble de la ropa en aquel lugar a su izquierda, y el viejo escritorio. Solo percibí eso que se le dice  ‹‹Aroma a encierro››. Pues cerré la puerta y me quede allí, eché un poco del perfume en las frazadas y en la almohada de la  cama, y deje el peluche sobre ella. Mire la habitación y comencé a revisar las cosas pero no encontré casi nada, solo bajo la cama una caja con antiguos  boules, que parecían llevar allí por décadas, y, un livre, que hablaba sobre runas fue lo más relevante que encontré. Comencé a saltar sobre la cama mientras escuchaba la música que tocaba mi madre, comencé a divertirme saltando de un lado a otro. Mi madre nunca me dejo saltar en la cama así que aproveché de hacerlo libremente. Sentí un inusual crujido en mi estómago mientras saltaba, ganas de orinar  ̶ pensé ̶,  mientras brincaba miraba hacia el techo, pensaba que lo podría tocar con mis manitos pequeñas. El crujido se desataba aún más en el interior de mi estómago, pero no quería dejar de brincar, hasta que mire la cama y entre las tapas y mantas enredadas una mancha de sangre que provenía de entre mis piernas ensangrentadas sombrearon la cama y mis piernas. Un líquido que  brotaba de mi vagina adornaba la habitación. Mi madre ya me había dicho que algo así pasaría, que el día que pasara esto, habría un vuelco en mi vida que solo en ese momento entendería. Bajé con la mirada perpleja a decirle a mi madre lo que me había pasado.

 

No sé si habrá tenido algo que ver sueño con lo que me paso. Quise pensar que fue algo como una premonición o algún viaje en el tiempo para  sentirme un tanto especial, pero no dejaba de parecerme extraño. Una conclusión verosímil que tuve fue que el cuadro de Jacques-Louis David que estaba justo en frente del piano en la sale á manger, era un cuadro donde estaba dibujado una especie de batalla. En la pintura había personas con sus espadas pero la verdad que no salían matando a nadie, más bien parecían estar adorando algo en el cielo, como si fuesen a morir. También había gente tocándose y desnuda, era bastante teatral y nostálgica. Es una pintura muy extraña nunca entendí bien su significado en el centro de la pintura estaba Léonidas el rey de antiguo rey de Esparta, es de ahí el nombre de la obra Léonidas aux termopyles, aquella pintura reflejaba la batalla y aniquilación del ejercito espartano el tercer día de batalla.

 

Quizás me sugestione un poco por aquel cuadro y aquellas imágenes quedaron en mi subconsciente grabadas y se mesclaron en mi sueño. Mi madre al día siguiente me trae un ramo lleno de Lumieres de la mer, unas flores muy inusuales de color purpura que crecen junto al mar, para felicitarme por lo que me había sucedido que ya ahora era una mujercita con responsabilidades especiales, explicándome todo lo que esto significaba. El gesto de mi madre me hizo sentir especial pero seguía teniendo un poquito de vergüenza.

 

                                                                                

AUTOR: JEOVANY MIKKE

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  • Autor: Jeovany Mikke (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 5 de mayo de 2016 a las 18:22
  • Comentario del autor sobre el poema: tercera parte del relato espero que les guste, se agradese cualquier comentario un saludo a todos los escritores y lectores
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 70
  • Usuario favorito de este poema: JoseAn100.
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Comentarios2

  • JoseAn100

    Temática compleja muy bien narrada.
    Me pareces un excelente escritor de prosa, con un estilo descriptivo muy profundo donde llevas al lector a los ambientes que describes.

    Me gustó.

    Un fuerte abrazo, Jeovany

    • Jeovany Mikke

      Muchas gracias amigo Josean, hago lo que puedo dentro de mis posibilidades, lugares donde solo la literatura nos entrega, agradezco enormemente su visita, genial que le haya gustadoy, apenas tenga un tiempo me paso por sus letras amigo

      ¡¡Un saludo cordial amigo y un abrazo!!

    • David Arthur

      Una prosa sumamente interesante Jeovany por lo delicada y a la vez un sueño surrealisto con toques de erotismo que parece un cuadro del pintor holandés Hieronymus Bosch. Has escrito como debe ser, sin filtro.

      Un abrazo amigo

      • Jeovany Mikke

        Gracias amigo David estoy completamente agradecido por su comentario y ví esos cuadros del pintor holandés, no tengo palabras para describir tales obras es tal cual como muchas veces imagino las cosas, yo no se mucho de pintura pero esas son extraordinarias.

        Gracias nuevamente por su visita y su comentario
        Un saludo y un abrazo. Se cuida!



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