Esa tarde que se perdía en torrentes negros 
Y rayos quebrados, donde no nos entretejimos Los cuerpos, donde tu carne no cedió a mi piel libida.
Esa tarde devorada por la noche
 desde las afueras de tu morada, recordando viejas Inocencias 
Sentires olvidados que tomaban nueva vigencia 
Con tu sonrisa infantil, oh tan hermosa e infantil
Que resonaba al columpiarte en esos juegos eternos
El respiro de una tormenta sacudía nuestro parque
Nuestro y de todas las estrellas temblorosas 
Un beso de ti, yo sobre el cesped, tu sobre mi y sobre nosotros 
La noche rasgada por relámpagos y niebla.
Un perro cariñoso y blanco, algo sucio de calle y polvo
Acudió a nosotros porque quería nuestro amor desenterrado de entre vicios y lujuria, tan prematuro y fuerte, entonces de noche
Nos recordamos lo que es amar y ser amado.
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                        Autor:    
     
	Romger (Seudónimo) ( Offline) Offline)
- Publicado: 1 de mayo de 2016 a las 14:17
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando se siente que todo el esfuerzo por amarla no es suficiente.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 77

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