El ocaso del Antifascista.

angelillo201



I.
El siguiente poema es la continuación de una bella estrofa que me dedicó mi gran amiga de poemas del Alma M.B Ibáñez. Ha resucitado en mi mente esta tarde de nervios, entre pasos confusos, desesperación y angustia ante mis penurias, tenía presente esa seguirilla como último consuelo. Esta es la continuación de esas estrofas que preceden a un canto ante la rabia impotente por el auge del fascismo que solo tiene una explicación, la voluntad de poder no es de derechas ni de izquierdas, y ha culminado su conquista en todos los partidos políticos, así como en la totalidad cultura Europea. Yo estoy completamente solo en vall d´uixó , cautivo y desarmado frente una sociedad fascista.


II.Seguirillas del Rana

¡Ay! Paquito, Paquito,
cuanto aun yo te recuerdo,
hubiera querido ser vampiresa
y poder darte un muerdo.

En aquel cuello gordo,
y morir apestada
pues no conoce antídoto el vampiro
a sangre envenenada.

Los muertos aun te claman
desde alguna cuneta,
robaste sus sueños de libertad ,
¡hiciste la puñeta!

El rana te llamaban
por tu amor a las charcas,
me robaste la juventud, cabrón,
¡que te follen las Parcas!


M.B Ibánez.

 

 

III. El ocaso del Antifascista.
Ya no hay tiempo para el silencio,
entre los pocos que quedemos,
ni para que la represión ni el hambre,
asusten nuestra carne.
Frente a nosotros
están los dientes esbozando una sonrisa.
! Vienen a por nosotros!
Ya no hay tiempo de lamentos
al explorar las cunetas
donde seremos enterrados.
!Están por todas partes!
Yo fui el primero en comprender....
!que todos son fascistas!
Por eso fui el primero en caer.
He visto el ocaso en lo alto,
de las cumbres de la cultura Europea
cuando era arrastrado hacia abajo.
Allí había Fuego, Industria, maquinaria
renovándose,
y bajo ella,
!miles de bocas aplastadas!
Alcé los ojos al cielo queriendo vivir,
flotaba una espiral en llamas
brillantes aviones sembrando los pueblos de muerte.
! Oh Justicia, que grandes son tus armas!
Mi pasos,
en el ocaso.
Voz nerviosa que se acerca a su final.
Allí se adivina el rostro más fiero,
el de la indiferencia hacia la muerte.
Vedme avanzar arrastras por tierra,
entre la jungla de escombros
y las vidas postradas.
Con los pies desnudos,
entre los pobres, pobres, pobres,
y miserables,
golpeando paredes,
embistiendo como un niño con los nudillos las puertas.
Y mi voz débil,
mi última fuerza sale del alma que se escapa gritando,
entre los que ayer eran amigos y hermanos:
Traidores,
cómplices del fascismo,
alimentáis como Judas con el beso la muerte,
arribistas.
Pasan por mi lado indolentes,
sin una tierna mirada ,
ni palabra de consuelo
marchan hacia los templos llenos de gloria
cubiertos de flores por todos los caídos,
valle de la muerte para traidores.
Así crepita el ocaso en la mirada y el gesto
Volviendo los ojos a los que han creído,
para que caigan.

IV. Volver con las compresas sin alas.


En el Ayuntamiento de Vall d´Uixó,
unos socialistas quieren hacer el bien,
pero al final…
acaban siempre obedeciendo más a su interés.
Por eso reciben empresas fascistas.
Y a ellas va el dinero de todos desviado.
Una charla sobre la mujer,
otra sobre el discapacitado,
llamó el interés de todos los socialistas.
se dijeron unos a otros,
eso es novedoso y siempre queda bien.
El día de la charla
sobre la igualdad entre desiguales,
La empresa sacó un cajón,
lleno de compresas y tampones.
La empresa pagó una gran fiesta,
había globos de colores,
cola cola y otros refrescos,
se hizo una carreras de bicicletas,
con una medalla de plástico al primero.
Y al acabar ,
todos utilizaban
sus compresas y tampones.

 


M. B, Ibáñez y Ángel Blasco Giménez

  • Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de abril de 2016 a las 06:26
  • Comentario del autor sobre el poema: Escrito por el tándem de poemas del alma Blasco Ibáñez, es decir M.B Ibáñez y vuestro humilde narrador, Ángel Blasco, cuando ayer sobre la cima de mi desesperación recordé una seguirilla que me dedicó M.B. Ibánez.
  • Categoría: Amistad
  • Lecturas: 60
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.