La llama eterna

Sergio8336



Todas las noches la veía pasar desde la ventana de su sueño. Un día, buscó la llave y abrió la puerta del tiempo. De a poco la fue sintiendo más cerca, pese a la distancia y su indiferencia. Los recuerdos, señores egoístas de la noche, ocupaban gran parte de la acera. Por esa rúa transitaban. Algunos buenos. Otros no tanto. Y ella seguía desfilando sin detenerse. Él la supo reconocer porque a su paso y en su puerta, siempre dejaba la estela de ceniza. Comprendió, que pese al intervalo, había un pequeño fuego encendido. En cada una de sus huellas, él suspiraba, para avivar la pasión. En un crepúsculo una estrella le avisó que se estaba aproximando. La tomó de sus manos y la besó. La despojó de sus prejuicios y la recostó en su morada. Cuentan que sus cuerpos se fundieron en uno y que, desde entonces, la llama fue eterna.

  • Autor: SRP (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de abril de 2016 a las 15:35
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 51
  • Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Dulce.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios1

  • Dulce

    Es para morir de amor Sergio con la esperanza de re.encontrarse, me encantó leerte, saludos



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.