Jealous

Jesus Alejandro Reina

Desperté... Desperté rodeado en agua.
Un castillo con aguas antillanas,
Nieves polares, rocíos de mañanas.
Desperté en una prisión de lejas montañas.
A mi derecha, ronroneaba un lobo sin lustro,
como vigía bestia encadenada,
Y mi izquierda un dragón sin gusto.
Fijo a mi, sin parpadear en letargo su mirada
Antes de reír
Sí,
reír del heme aquí escribiendo con los dedos.
Y tintineando las cadenas, busqué luz...
Pero no estabas, no había ni el resplandecer de tu olor.
Y caí sobre mis sombras más juguetonas
que danzan sobre mi triste amor azul.
Sin basta, no pararán hasta acabar el color.
Al salir la Luna huirán, y abriré mis ojos...


Pero ya es tarde...
Ya ni tu sensación de compañía encuentro.
Farolas llenas de llamas azules congelan.
El libro de las lluvias ya secó y se agrieta en la mesa.
¿Donde estas? ¿ Donde estoy?

Desperté...

La sutil carcajada del dragón de ojos amarillos,
Ya despierta al lobo de mis días...
triste, opaco, sumido en la parsimonia del vil dolor.

Días... Días sin sol, desde que desperté...
y la cama se vuelve una cárcel de lluvia.

Ver métrica de este poema
  • Autor: El cuenta Historias (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de marzo de 2016 a las 22:12
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 43
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • kavanarudén

    Búsqueda constante, fuerza que se expande, prisión que te contiene.
    Poema fuerte, desesperado.
    Expresiòn profunda de un alma que busca, que añora y no encuentra.
    Un hermoso poema
    De mi parte un fuerte abrazo
    Kavi



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.