VIVIENDO, EN UN SIN VIVIR

                           

Vivo en el nido de mis lamentos

 De amores soy un bohemio del mar,

 Este poema es un sueño, uno de tantos

 Que salen de mis adentros queriendo volar

 Y recreándose en las ansias que buscan placeres

 En verbos el amor  esencia singular…

Invisible, locura inocente, que te hace sentirte libre

 Aunque vivas como yo, en La Cueva del Halcón

Montaña de acero, imposible de atravesar

En la cárcel soy el dueño, de toda mi prisión,

Más tengo las llaves  escondidas en al cajón

Quizás la curva de mi vida, sea la depresión

Y aunque puedo volar y ser libre con la decepción,

Del  sufrir por los pecados, que un día desviraron

Entre hacia las penumbras de mi gran depresión

 Me siento libre en todo mí ser y obtengo el perdón,

De mis raíces cristianas, aunque no practique la religión

Pero miro al cielo murmurando rezos al Señor

Ahora que está todo perdido, sin remisión

Si hay un “Dios” en algún lugar, sabe de mí soñar

Por eso quizás aun madeja andar hacia mi misión,

Invisible penitencia llena de dolor, sin rechistar

Quizás fui  masoquista, en otra vida o nación

Lo que sé es, que estoy perdido, en una espiral,

Que desemboca en mi rio interno ya, sin emoción.

  ¡Ahora sé que jamás encontrare la ruta de la calma porque lo mío, son poemas de sufrimiento!

  ¡Que se alimentan de la confusión que se pasea por la vida y los sueños de un  poeta Modesto!

 

Modesto Ruiz Martínez /viernes, 26 de marzo de 2010