Al cielo los recuerdos y febrero a mis bolsillos.

Nicolás Rangel.

Febrero me cabe en los bolsillos

ahora que todo por aquí está tan vacío.

 

La rutina me abraza con tanto amor

que aquel dolor

que anidaba cerquita del pecho

se marchó.

 

Dejó un nombre,

muchísimos recuerdos

y unas enormes ganas

de no ser yo.

 

A veces el gris,

en el cielo,

resulta el color más bello.

 

Todo depende de los ojos con que se mire.

 

Y yo la miraba con mis ojos sinceros,

con mis ojos enfermos.

 

Con mis ojos que ven siluetas,

aquí,

allá,

siempre ella.

 

Era mi cielo.

 

Y la vida se me hacia poesía,

las letras no alcanzaban

y al final su nombre me devoraba.

 

Yo la miraba,

caminando sobre las nubes

y en ciertas noches

sobre mis sábanas.

 

Sin duda era amor

y para ella,

mis dedos eyaculaban mentiras

disfrazadas de promesas.

 

Febrero camina sobre mis restos

y yo aún sigo negociando

noches por versos,

sueños por inspiración.

 

Alguien que existe

en algún lugar

escribe "te quiero"

y vuelvo a volar,

sin alas,

sin paracaídas.

 

Por momentos,

de nuevo me entrego al misterio

de no saber si será.

 

No puedo dejar de extrañar

eso que ya no está,

y así no se puede volver a comenzar.

 

"Te quiero"

respondo,

y mi alma se cubre de escamas,

no hay espacio para una lesión más.

 

He puesto a febrero en mi bolsillo derecho

para que pase desapercibido,

para que no duela,

al recordar,

que no puede existir una nueva herida

sobre un recuerdo

que aún no es cicatriz.

 

 

©NicolásRangel/Reservados todos los derechos. Febrero, 2016.

  • Autor: Nicolás Rangel. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de febrero de 2016 a las 20:25
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 50
  • Usuario favorito de este poema: noe♥otaku.
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