Abrázame

Estás aquí con mis labios matándote
que de repente tiras todos mis deseos
como fuerte viento, huracán y terremoto
saliendo de los brazos que aun, hiero.

Estoy esperando a que la pasión arda
como una antorcha loca que me acaba,
a que saque su cuchillo y me arranque el alma
abrázame, retenme de caer en la locura.

Pero si no puedes, déjame en el abismo de vida nocturna.
¡Y estos corazones tu tez sigue lastimando!

Nuestras manos parecen soledades,
pintaré nuestro cuarto, lo llenaré de rosas
haré este silencio grande, el cementerio llora.
Abrázame, que este deseo se esta apagando.

Espero que veas como el día va palideciendo
en el reflejo incestuoso de mis ojos,
como el cielo lentamente se va cayendo
en la curvatura infame de mi espalda, como rocío.

Y estas lágrimas se rompen
y caen hacia el paraíso…

Abrázame, no me sueltes… me da miedo el abismo,
no tengo fuerzas para luchar contra él sola,
me alejo del destino que he creado, de mi propia muerte,
¡Abrázame! Retenme… me va arrastrando hacia la muerte…

Retenme en este infierno fugaz
que en los días se irrita a un más,
Retenme en esta infame vida
de tener que respirar sin pulmones,
de tener que amar sin corazones…

Sólo retenme, así como estoy, en shock,
buscando de pronto el hecho de volverme loca,
de repente tirar a un lado toda la lógica
y de sola desangrarme, derretirme y de una vez morirme.
¡Sálvame! Sólo tu sabes que tienes el poder para salvarme…

Olga Cecilia Martínez Rojas. Abrázame. Alguien máteme, que me estoy volviendo loca.