Historia del Corazón

Graciela Rivas

Para el cielo, una estrella.

Para una estrella, una luz.

Para una luz, una esperanza.

Para la esperanza, un deseo.

 

El deseo tiene la esperanza

de que la luz llegue a la estrella

y le pueda decir al cielo

lo que tanto siento.

 

El cielo sintió mi deseo,

y envió a la estrella a decirme que tiene un secreto.

Sin falta miraba la luz de la estrella que habló conmigo,

teniendo la esperanza que el cielo me dijera lo que tanto espero.

 

Ese día el cielo lloró,

diciendo que mi deseo se acabó.

Desilusionada pregunto porqué, 

la sonrisa de él me dice lo que menos esperé:   

    "Peticiones valiosas hay en tí,

     lo que hace la mejor parte de tí.

     Tu deseo, siempre una ilusión fué,

     no me pidas algo que ya tener,

     todo lo que me pediste, 

     en tu corazón ha de permanecer".

  • Autor: Graciela Rivas (Offline Offline)
  • Publicado: 28 de diciembre de 2015 a las 23:51
  • Comentario del autor sobre el poema: Con este poema, deseo que cada lector no pida algo que ya tiene.....que no cambie por nada! Somos lo que somos, y así somos perfectos.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 90
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Comentarios1

  • EDUARDO FAUCHEUX

    Somos lo que elegimos ser.
    Seremos, entonces, el fruto de nuestras propias decisiones. El Cielo siempre sentirá nuestros deseos y nuestras pasiones; y si nos es conveniente, nos será otorgado, así que... ¡cuidado! con lo que sientes, ya que recibirás -yo lo veo- pero quizás, todavía, no estés preparado.

    • Graciela Rivas

      Exactamente!.....Todo, en tu corazón ha de permanecer.



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