Nostalgias de un tiempo lindo

marioranero

Los sesenta… los setenta…

que lindo haberlos vivido para poderlos contar!

 

Paso del Rey, casas bajas, siesta humeante… caminata,

veinte cuadras y el amigo esperando en la vereda,

piedras torpes del camino, matizando el macadán

un auto que viene raudo, y hay que bajarse a la tierra…

porque si no, le aseguro… te pisa el orangután.

Y sí… cigarrillo perfumado a la sombra del aromo

esperando no sé qué cosa, toda la tarde al pedo

boleando algunas cachirlas, como decía mi viejo…

 

Asfalto quemando… la suela de los zapatos

cien grados a la sombra, otro faso y el placer…

diálogo cara a cara, la minita para ver…

El brócoli de la tana revolviéndose en la olla

mezclando su olor fulero con el perfume e’ la doña

las empanadas humeantes de la vieja del negrito

los rezongos de mi vieja… su mirada y ese grito…

 

Tardes de mocasín, corbata y la paleta…

¡péguele fuerte y con efecto para que el negro se doble!

y así ganarle la apuesta pero… no se dobla carajo!

¡lo parió!

otra vez en la derrota y a pagar la cervecita…

ésta con papas fritas, salamín y algún pancito

unos manishes salados, palitos con gusto rancio

y un rezongo de algún viejo que lo colmaba el cansancio.

 

Trajiste el winco? -No ves que sos un tumbao-

faltaba que te olvidaras también el lonpley de Los Panchos

esta noche es el asalto, Pingüino trae la guitarra

y seguro que la flaca algo nos va a cantar

toda la pilcha toda, mocasines y vaquero

si hay guita será lee, y si no un farwesero

camisa blanca mostrando, las plumitas y los rulos

y las minas con sus culos, rellenando el pantalón

que le quedaba pintón… y la polera coqueta

mostraba medianas tetas aumentando la ilusión.

 

Largá los lentos chabón, que estoy mirando a fulana

no ves que si me le tiro seremos novios mañana

eso sí, si es que no pide, pensarlo una semana…

 

Y llegó la primavera, el veintiuno o cerquita

esa mañana de sol que casi siempre termina

con una lluvia de mierda mojando la primer cita.

Subida al micro bien tarde, esperando que se sienten

y rogando que el Barbudo la tenga sola, sentada,

para poder arrimarme, con mi mejor cara e’ nada

los dos muy juntos, muy juntos… con cara de yo no fui

esperando que ese viaje dure para toda la vida

y rogándole al chofer, que agarre alguna banquina!

 

Nostalgias de un tiempo lindo, sencillo como el cigarro

melancólicas escenas, recuerdos dulces y amargos

y es que todos los pecados, seguro que no pagamos,

pues para eso está la vida…

de a poco…

va descontando…

 

Mario Ranero

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  • Autor: Mario Ranero (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de diciembre de 2015 a las 13:02
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 60
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