me eximes

desvarías renuente
trémula ausente
tus retinas obscenas
perforan mis venas

lúgubre me guías
en penumbras, sin juicio
abstraerme ansías
a tu oscuro precipicio

me eximes del aire,
narcótico desaire
distante naufrago
en tu encono aciago

me eximes del agua,
férvida fragua
incendias mi calma,
mi cielo y mi alma

me eximes del sol,
turbio descontrol
sin luz, ni paz,
sin la luna y su haz

despierto sin vida
te veo irascible
flotando invisible
aura desvaída

fuiste el mundo mío
mi furia y extravío
soy gélido navío
sin radar, al desvío

llévame al túnel de la psicodelia
de su jardín de opio y delia
ahí deambula ella extasiada
absorta, traicionada

soy convicto de su huida
al etéreo irreversible
soy cianuro perecible
sin su hálito suicida

muero cada día
sin su pálida elegía
alcanzaré su herejía
vulneraré su tumba fría