Como joden los perros

Estos perros como joden
Son, evidentemente, lindos y tiernos
Nunca los golpearía
Y obviamente
tienen sueños, poesía,
en sus encías mucha hambre
Tras los pelos hirsutos, unos ojos incendiados

Pero como joden y joden y no dejan de joder
Que pocas ganas tengo de nada,
al cuerno con la poesía
y con darme un duchazo

Que sea sábado no excusa
mi falta de respeto,
que se jodan los ebrios
que mean en la puerta de mi casa

En las rejas de las casas, los ancianos
beben cerveza en botellas granates
y arrojan la espuma a la tierra seca

Los perros, siempre los perros,
y caminar entre los corredores
-digamos que abriendo cada cuarto
como abriendo la mente,
como paseándote por algunos ascensores
y sin ánimos de responder las
celestiales y bobas preguntas-
y pisar a veces su mierda

Su mierda en diferentes formas,
así como se manifiestan los números,
la mierda es infinita en proporciones

Solo gruño, enflaquezco,
miro boquiabierto mi ventana
Vivir no es ninguna novedad –con sangre en
la pared blanca – morir tampoco

Será que la tarde fue plena
Hermosa, con ganas de
partirme en pedacitos hasta hacerme bueno
y que aquí se funde el querer
que dibuje y dilate y expanda
el pasto cortado, ese mundo infinito
de hojitas, donde los ojos
de medio lado se desbocan,
será que fue hermosa
la tarde
que pude subirme a unas ramas
y como el mono que soy
agité mis ansias buscando derrumbar
la pelota roja encerrada

Será todo eso,
y ahora
que los perros jodan
la única y mejor forma
de ingresar nuevamente
a la vida
un sábado de noche
con calor, con una
puta camisa de cuadritos
que usan viejos y orates
cacasenos que miran
a las muchachas
como peces de colores
en un tajo de agua

Como joden los perros
repito
como joden los perros