Mírame a los Ojos

syglesias




Mírame a los ojos, cuando sienta que me estas olvidando, no queriendo notar mi recordada presencia, frente a ti, abriéndote los brazos para cobijarte en mi pecho desnudo y una lágrima sobre la piel sea, quien hable por tus labios, dando a entender que el amor no dura para siempre, cuando desamor se plasma tatuado dolorosamente con lágrimas de olvido encima de ese mi cuerpo ayer, tanto deseado, pero que hoy ya no tendrá más el placer del amor, dado por tus suaves y tibias, caricias…, syglesias.


Mírame a los ojos y deja
que las piedras y las olas se escapen,
deja que los locos suelten a pasear
sus sonetos de amor puro.
Mírame a los ojos y dime
que no te hace falta mi mirada
que ya no sientes como antes
los eléctricos choques de nuestros ojos.
Mírame y piérdete conmigo
en la bruma de un grito nacido
en la hoguera de la caricia ardiente.
¡Ah! ¡Mírame y perdámonos!
(Alexander Cidbal)


Mírame a los ojos y danzarán tus deseos
Mírame a los ojos, tu piel tendrá lo nunca tenido
y tan ansiado!
Mírame a los ojos,
Amor desde tu cauce salvaje
mis ojos acogerán todos tus bríos !
(jafsc06)


Mírame a los ojos cuando te hable, sin darme la espalda bajando la cabeza, para que no pueda ver tus lágrimas correr, cuando bien sabes, que por silencio, aquí hemos sido culpable los dos, al no saber evaluar con tiempo y espacio nuestros problemas, aplicando juntos lo aprendido por tantos años de infeliz convivencia…, syglesias.


Mírame a los ojos querida,
Profundamente a ellos mira.
Déjame decirte unas palabras,
Regalo para que tu corazón abra.
Mírame a los ojos amada mía,
Contempla desde esta vieja silla,
Mis labios se mueven frágilmente,
Estoy viviendo el momento del presente.
Mírame a los ojos mi vida,
Estoy rogando por una salida,
Pero aprovecho la situación,
Para demostrarte mi pasión.
Mírame a los ojos alma gemela,
Veo hacia los tuyos y mi piel se congela.
Lentamente suelto dos a tu oído,
“Te amo” dije en un suave suspiro.
{Javier Piñeiro}


En mis brazos siento aún la caricia de tus manos
aquéllos besos furtivos, el goce de tus labios
cuando mis manos moldearon tus senos tan erguidos
detrás de la seda color durazno
que tan bien te sentara!
Aquello que nunca olvido,
aquello
que trae el escalofrío a mi piel ya deslucida
es tu mirada de mar profundo,
son aquellos susurros dulces como el almíbar
cuando me decías tiernamente : Amor, mírame a los ojos !
Y eso quiero ahora repetirlo en mi memoria y en tus oídos lejanos: Mírame a los ojos amada!
No dejes de mirarme aunque ya viajes por incógnitas galaxias! (jafsc06)


Nunca he perdido la esperanza
de que un día vuelvas a mí
ese día nos amaremos a ultranza
ese día volveré a ser feliz
En tus manos está el futuro
aquel mundo que te quise dar
ahora se ha interpuesto un muro
que entre los dos podremos derribar


Muro transparente de Tiempo
muro alto como el incienso
pero tus ojos, tu aroma velado por la distancia
no pueden no existir sin una mirada hacia mi!
Sin una señal bondadosa de tu amor eterno!
Amada ...mírame a los ojos!


Mírame a los ojos cuando te hable, para que veas, que Yo también se llorar, esas lágrimas por olvido que el uno del otro, jamás ha visto correr por el rostro al ser ambos culpables del dolor que padecemos en el pecho, reflejando la tristeza que empaña nuestros días de soledad, deseándonos con la mirada cautiva, imaginándonos nuestros cuerpos, abrazados fuertemente para sentir amándonos efusivamente los latidos de dos corazones enamorados al unísono de una suave caricia en la piel, desnuda…, syglesias.


Entrégame la sonrisa de tus ojos, de esos luceros que destellan, en la oscuridad de mi vida. Su luz alimenta, la nocturnal existencia que fluye merodeando cada palpitar de mi suspirar. Mi reflejo lo atrapas y me abrazas hasta diluir la pasión amada, que nace de mi sentimiento, porque al sentir la viveza de tus luciérnagas, sé que me amas.
Magali Aguilar Solorza
Martes/Diciembre/8/2015 ‎ ‏‎9:50:30 pm


Mírame a los ojos cuando te hable, para no tener que pensar por un instante recordado en esos brazos del pecado que esperan desde muy temprano, ansiosos, mi retardada llegada, para amarme sin preguntas sobre su pecho, besando mis resecos y ardientes labios, retorciendo su cuerpo desnudo debajo del mío por el placer recibido de estas manos que cuanto desearía, hoy, estuvieran acariciando tu anhelado, cuerpo…, syglesias.

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